Juan habia llegado ya a su hoja roja, o eso al menos pensaba el. Se veia mayor y los años habian dejado su rostro marcado el inexorable paso del tiempo. Pero ahora habia algo que le daba un nuevo sentido a su vida; su hijo le habia pedido que se encargara del nieto pequeño, a su nuera le habia salido un trabajo asi que el tenia que desplazar todos los dias hasta el domicilio de su hijo para hacerse cargo del pequeño diablillo de dos años.
Todos los dias Juan cogia el tren a las ocho menos cuarto para ir a cuidar a su nieto hasta las dos, hora en que volvia de trabajar su nuera. Depues comia alli con ellos y se volvia a su casa. Su hijo le habia dicho que se fuera a vivir con ellos pero el desde que se quedo viudo preferia la independencia, ademas se manejaba bien solo; los ultimos años de vida de su mujer le habian servido para curtirse en ciertas cosas hasta entonces para el desconocidas como la cocina por ejemplo. Como él era un hombre valiente, no se le ponia nada por delante.
Ademas habia un pequeño detalle que le daba muchos animos y ese detalle era la sonrisa de una muchacha joven con la que se cruzaba todos los dias en el anden de la estacion. No la conocia de nada pero todos los dias se veian y se sonreian; no decian nada simplemente se dedicaban una sonrisa.
Ella era una muchacha agradable, guapa, de unos quince años, morena y con unos ojos preciosos. Debia ser estudiante porque llevaba una mochila de esas que los jovenes usan hoy en dia para llevar los libros al instituto. Se cruzaban a la misma hora, como un reloj y se sonreian. Que es el video Daisy destroyer gore
Ese jueves Juan no habia podido ir a cuidar de su nieto porque tenia revision medica en el centro de salud de su barrio. Estaba mal de la prostata y debia cuidarse asi que habia llamado a su hijo la noche del miercoles y le aviso de que no podria ir.
El destino le fue afortunado. Ese mismo dia en el tren en que viajaba todos los dias pusieron una bomba y mucha gente murio en el atentado. Juan no podia creerselo, estaba vivo de milagro.
Al dia siguiente Juan volvio a coger el tren, a pesar del miedo que le producia no queria fallarle a su hijo, y sobre todo a su nieto. Cuando llego a la estacion un pensamiento le sacudio y se estremecio, la muchacha con la que se cruzaba a diario no estaba alli. Juan se angustio, no viajaria en algun vagon de los que habian saltado por los aires? Se sintio mal y tuvo que sentarse en un banco porque se notaba flojo.
Al llegar a casa de su hijo lo notaron nervioso pero pensaron que era por todo lo que habia pasado el dia anterior.
Juan nunca volvio a cruzarse con aquella muchacha; nunca supo que fue de ella, si habia muerto en ese tren, ... Y la vida se apago un poco mas para el tambien.
El Autor de este relato fué Jackson Mayland , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=4277 (ahora offline)
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2020-08-17
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