Le gustaba la sangre… le gustaba su olor… su sabor… como salpicaba cuando el cuchillo entraba en el estomago de sus victimas… su olor, su sabor… le gustaba el color rojo que tenia el cuchillo después de asestar varias puñaladas a sus victimas… todas mujeres.
Frank era un hombre corpulento, con un traje a cuadros que había pasado mejores momentos, el pelo le caía lacio a la altura de los hombros; era un hombre bastante obsesionado con todas las mujeres con las que había estado, era muy posesivo, y celoso: Esos celos le hicieron una vez matar a su pareja… y le gusto… descubrió que le gustaba matar a aquellas mujeres con las que había estado…
Todo comenzó una tarde de otoño; su pareja había quedado con el en el parque donde solían salir a pasear, estaba a pocos metros de la casa de Clarie, así que como se retrasaba, fue a buscarla a su casa. Se acerco al portal y llamo al 3D del portero automático.
Nadie contestaba, y Frank se empezó a poner nervioso. Al cabo de unos minutos Clarie contesto con la respiración acelerada.
-¿Quién es?
-Soy yo Frank ¿Qué estas haciendo?
-Estoy con Richard, un amigo
-Habíamos quedado –sentencio Frank-
-Hoy no va a poder ser –respondió Clarie- por la noche te llamo.
Frank se subió al coche, un Ford deportivo de color verde oscuro con una gran potencia, y se fue hacia su casa que se encontraba en la otra punta de la ciudad.
Durante toda la noche no pudo dejar de pensar en Clarie, los celos le volvieron loco, paranoico.
Clarie era SUYA
Nadie se la arrebataría, si no era suya no seria de nadie más. Frank descolgó el teléfono y llamo a casa de Clarie, quería verla en ese mismo momento, no podía esperar un minuto más, así que decidieron verse por la noche en la calle para dar un paseo. Frank colgó el teléfono y se dispuso a ir a la cocina. Abrió un cajón que se situaba debajo del horno y copio su estuche de cuchillos de cocina… Copio el mas fino y largo, lo introdujo en su funda y lo guardo en el pantalón, paralelo a su muslo derecho. Unos minutos mas tarde Clarie y el se encontraron en el portal de su casa; Clarie era preciosa, tenia unos ojos oscuros penetrantes, y un cabello castaño y rizado que le caía debajo de los hombros. Frank presentaba un aspecto tranquilo y sereno, para que Clarie no sospechara nada y durante un rato no pregunto nada sobre Richard.
Después de estar un rato charlando Frank subió a casa de Clarie para cenar con ella. El se ofreció ayudarla a preparar algo, así que cogió unos guantes y comenzó a cortar algo de lechuga. Clarie se fue al baño para darse una ducha mientras el terminaba de hacer la cena, era un buen cocinero. “Este es el momento” pensó, con cuidado, saco la funda del cuchillo y lavo todo lo que había tocado con las manos desnudas. Se aproximo a la puerta del baño y tiro la funda al suelo. Llamo a la puerta y la abrió sin esperar respuesta con el cuchillo detrás de la espalda. Frank desplazo la cortina de la ducha ante el asombro de Clarie, que en un acto reflejo se cubrió el cuerpo con los brazos… Noto algo en la mirada de Frank, algo desconocido “¿odio? ¿Otro Frank distinto?” Recetas para Cookeo
- ¿Qué te pasa? ¿Porque me miras así? – Pregunto Clarie
A esta pregunta, Frank contesto agarrándola del cuello y descubriendo el cuchillo que guardaba en la espalda. De un empujón la saco del plato de ducha y se sentó encima de ella acercándole el cuchillo a la garganta. Entonces pregunto:
- Clarie tu eres mía, no puedo dejar que otra persona te tenga.
- ¿De que hablas? – Dijo con una voz casi inaudible
- Sabes muy bien de que hablo – Dijo con un tono gutural presionando el cuchillo con mas fuerza mientras apretaba con fuerza una de sus muñecas – Richard…
- Richard es un compañero de Universidad que no veía desde hace 3 años… - dijo Clarie. Su tono de sinceridad hizo dudar por un momento a Frank sobre lo que estaba haciendo pero entonces grito:
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!! Tú eres mía!!!!!!!!!
A raíz de esto, Frank hundió el cuchillo en lo más profundo del ojo de Clarie, aquel ojo que un día fue oscuro y penetrante.
Frank sacó el cuchillo y levanto a Clarie del suelo mientras esta gritaba de dolor. Fue un grito desgarrador que fue contestado con una brutal puñalada en el estomago, seguida de otras tres en distintos puntos de la espalda. Frank guardo el cuchillo en su funda, después de dar un beso a la difunta mejilla de la que una vez fue su pareja y se alejo sin ser advertido…
El Autor de este relato fué Deeval , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=4776&cat=craneo (ahora offline)
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2024-10-01
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