Estoy en un gran edificio de oficinas, en una gran ciudad tal vez Nueva York aunque no estoy seguro. Tengo que realizar unos papeleos rutinarios y aunque la fila no es muy larga, delante de mi solo hay una señora con un niño y un hombre leyendo el periódico, llevamos ya mucho rato esperando y no avanzamos. Llega un momento en el que necesito ir al baño así que le pido al hombre del periódico que por favor me guarde el turno y el asiente con un gesto. Me dirijo al servicio atravesando una gran habitación donde cientos de personas trabajan frenéticamente en pequeños cubiculos, al llegar veo que de puerta cuelga un cartel de fuera de servicio pero tengo demasiada prisa por volver a la fila y no me apetece ir a otro piso de manera que abro la puerta. Esta oscuro, busco a tientas el interruptor avanzo no hay suelo caigo.
Veo unas figurillas burlonas danzar delante de mi son como una mezcla de diablillos y duendes que tienen una sonrisa burlona y a la vez cruel, cuando recuerdo mi prisa por volver a la fila despierto. Miro a mi alrededor, he debido pasar bastante rato inconsciente, estoy en el piso de abajo y parece que haya pasado un tornado, todo esta roto: mesas volcadas, papeles por los suelos, algunas baldosas están rotas y otras han sido arrancadas del suelo, las paredes tienen profundos arañazos y en el techo hay un agujero que comunica con la oscuridad de los baños del piso superior.
Me levanto, me duele la cabeza y el hombro pero estoy bien. Todo lo que veo me provoca una intensa sensación de peligro y tengo miedo así que decido ir lo mas rápidamente posible a los ascensores. Atravieso salas destrozadas esquivando todo tipo de mobiliario de oficina y cuando llego a donde debería encontrar los ascensores solo encuentro una pared blanca, impoluta como si hubiese sido pintada hacia muy poco tiempo. Me entra el pánico, me dirijo rápidamente a las escaleras tan solo para no encontrar nada. Voy corriendo, cruzo salas desiertas y destrozadas y llego hasta las escaleras de incendio solo para confirmar mis peores temores. Me dejo caer contra una pared cierro los ojos, estoy sudando y respiro con dificultad. ¿Que clase de sitio es este? ¿Qué sentido tiene un piso del que no se puede entrar ni salir?
Me levanto de nuevo y trato de relajarme, miro por una ventana y veo personas y coches empequeñecidos por la altura eso me tranquiliza de alguna manera. Pronto me doy cuenta de que podría salir de la misma forma que entre, solo tendría que apilar unas mesas y alcanzaría sin dificultad el hueco por el que caí. Me dirijo a la salas en la que caí mucho mas tranquilo mientras estudio mentalmente la mejor manera de apilar las mesas para evitar otra caída.
Cuando llego a la habitación veo algo que me estremece: sentada con la cabeza apoyada en las rodillas y apoyada contra una pared hay una chica. Le hablo mientras me voy acercando a ella pero no responde. Estoy en rato hablando sin recibir ninguna respuesta y un miedo atroz se va apoderando de mi. Finalmente hago acopio de todo mi valor y agachándome levanto la cabeza de la chica con cuidado. No opone resistencia y se queda mirándome con la mirada perdida, sus rasgos son muy extraños aunque claramente femeninos no parece una niña ni una mujer y tampoco se podría decir que sea caucasiana ni asiática ni de ningún otro lugar y aunque su piel es clara tiene un ligero tono cobrizo. Vuelvo a intentar hablar con ella pero sigue sin contestar asi que con mucho cuidado vuelva a dejarla en la misma posición que estaba. Pronunciacion de canciones
Pienso que probablemente esta chica haya caído como yo y haya entrado en estado de Shock Incluso es posible que ya estuviese cuando caí y que como estaba aturdido no me diese cuenta. Bien me digo a mi mismo- lo mejor que puedes hacer por los dos es salir de aquí y traer ayuda. Animado por mi reflexión me pongo a colocar las mesas de manera que me permitan alcanzar el techo, con el primer piso de mesas no hay problema pero las mesas pesan demasiado para poder levantarlas una sola persona. Yo lo intento y al rato estoy exhausto, decido concederme un pequeño descanso y me siento apoyado en la pared mientras miro embobado como comienza a atardecer.
Pasan unos segundos y al intentar levantarme siento que mi cuerpo pesa mucho y un ligero cosquilleo en al mano como si se hubiese dormido por cortarle la circulación. Me levantó a duras penas e intento en vano reanudar mi tarea Poco a poco el cosquilleo de la mano se hace mas intenso y comienza a trepar por el brazo, mis pies como de plomo parecen querer hundirse en el suelo mientras en el pecho crece una horrible sensación como si algo tirara de mi hacia dentro. Mis movimientos son torpes y ya no siento la mano solo hay un cosquilleo que ocupa toda la habitación y que me apuñala en la columna. Estoy luchando con algo y estoy perdiendo, el sufrimiento es tan intenso que deseo perder para terminar con el, pero a la vez tengo demasiado miedo a rendirme. Me fijo en la chica a la que ya había olvidado, ha levantado la cabeza y me mira con una expresión de sorpresa, ahora ya no puedo soportarlo, creo que grito. Tengo que salir la ventana caigo otra vez y veo sangre pero no duele no hay nada, solo un cosquilleo tan intenso que parece que me apuñalen con agujas de hielo mas caída y oscuridad al fin.
El Autor de este relato fué Doctor brujo , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=5003&cat=craneo (ahora offline)
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2024-09-20
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