Esta historia es más bien un secreto que llevo guardando algo así como 7 años, lo que no quita que sea una relato, y por demás escalofriante.
Todo comenzó a mitad del año 96, ó 97, ya ni me acuerdo. Yo cursaba el primer año de la escuela secundaria y me reía de las típicas burlas a un compañero que, nunca entendí por que, le decíamos “ventura”. El sujeto se llama Federico Roitman.
Con el transcurso de los años las burlas se fueron modificando, luego fue Mr Hipo, elefante rosado y finalmente la que sería definitiva: SIFÓN... sobrenombre que no puede ser más adecuado, esto porque si lo ves y te preguntan qué fue en otra vida, no podés responder otra cosa que “fue un terrible sifonaso”. Que hijo de puta!!! Que cara de sifón que tiene!!!!
Todo este tema de las burlas sirvió para opacar las que se me hacía a mi, y es que por empezar a fumar a muy temprana edad y por parecido con mi apellido, mis compañeros me llamaban “smoke” aclaro que mi apellido es Smovir, Federico Smovir.
Todos nos burlábamos sin culpa del sifón... bah, no todos, yo sentía una culpa terrible por usar las burlas hacia él como escudo a las mías, y ahí empezó todo... legué a pensar que lo jodíamos tanto que llegaría a suicidarse y que sería por mi culpa... mi culpa se convirtió en una obsesión, solo acordarme me provoca escalofríos y estremecimientos.
En este contexto comenzaron las apariciones, al principio parecían inocuas, pero resultaron no serlo. Una noche que no quiero recordar ni la fecha me desperté a medianoche, no estaba soñando nada ni hubo motivo para el despertar, pero recuerdo que de estar en profundo sueño abrí los ojos súbitamente y tuve una imagen muy fugaz de la cara de Federico Roitman. Con incertidumbre bajé de la cama y para mi sorpresa me topé con un sifón al pie de mi cama. Esto podría llegar a ser normal en cualquier casa, menos en una en la que nunca se consumió soda. Me volví a acostar tratando ignorar la aparición. Notarias latinas cerca de mi
Con el pasar de los días mis despertares nocturnos se convirtieron en una cosa común, pero diferentes entre sí, ya que cada vez las apariciones de su cara era menos fugaces, mas largas, más reales. Siete años sufriéndolo todas las noches hasta una no hace muchos días atrás. Esa vez no me desperté con una imagen, sino con una orden, una voz extraña y familiar al mismo tiempo que empezó la frase con ímpetu, y terminó susurrando “Mirá el sifón!!”. Obedecí. Por primera vez advertí que el sifón no estaba lleno, y me di cuenta que a lo largo de los años este aparecía cada vez con menos soda. Esa noche estaba vacío.
Realmente intuía algo malo, fui a la cocina y me serví un wisky. Encendí un cigarrillo y el televiso. “Me mataste” placa de Crónica TV, luego la tercera carrera, parecía sin sentido, pero yo sabía que lo tenía. La duda me mataba, tomé el teléfono y llamé a su casa. Triste ironía. Me contó como había sido atropellado por un repartidor al mismo tiempo que me citaba al velorio y el entierro. No hizo falta que me explicara que repartía el camión. La culpa me está matando. Recen por la paz de los que la necesitan.
El Autor de este relato fué Fedes , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=10475&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos terror vampiros El sodero de la muerte
Esta historia es más bien un secreto que llevo guardando algo así como 7 años, lo que no quita que sea una relato, y por demás escalofriante.
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2021-06-26
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