Ya deben de ser las 10 de la noche, pero aun hace bastante calor. Estamos a punto de llegar a un pequeño camping cerca de un lago en el que habíamos planeado preparar una fiesta durante el fin de semana. El chofer del autobús que hemos alquilado es muy cortado pero se ha ido animando con la música, ha empezado a hablar con algunas de las chicas y hasta ha empezado a contar algun que otro chiste. Supongo que en el fondo es un buen tipo.
Media hora después ya se podía ver una pequeña parte del lago, me acerque al chofer y note que estaba más concentrado a la cada vez más oscura carretera.
- ¿Cuanto falta para llegar al camping? Se asusto un poco al hablarle pero enseguida se tranquilizo; se volvió hacia mí y con cara de concentración me dijo:
- Siguiendo este camino y si no hay muchos atascos, supongo que en 45 minutos ya podréis seguir con la fiesta en la cabaña de bienvenida. Termino la frase con una tímida sonrisa.
Buenas noticias, significaba que tendríamos mas tiempo para continuar con la fiesta durante toda la noche; regrese a mi asiento, por la mitad del autobús, por lo menos estiraría un poco las piernas. Estaba a 2 metros del asiento, saludando a Iván y me di cuenta de que algo, una mirada familiar me estaba atravesando de arriba abajo. Estaba un poco incomodo por ello pero a la vez era excitante; mire alrededor pero no vi a la persona que lo estaba haciendo. En fin seguro que era una de mis paranoias, me dije para tranquilizarme y pase por alto ese asunto.
Ya estaba todo muy oscuro cuando llegamos pero aun así se notaba que la cabaña de bienvenida era grandísima, tanto mejor todo el mundo espacio de sobra para hacer lo que les diera la gana. Desde la zona de recepción salio disparada una viejecilla bastante gorda hacia una tarima donde había un karaoke y en las esquinas unas horribles cortinas marrones. Había poca luz en la cabaña pero una suave brisa recorría la zona y a la vez refrescaba toda la cabaña. Estaba sentado en una mesa en la esquina mas cercana a la tarima, cuando la viejecilla empezó a recitar por el micrófono el discurso de bienvenida que resulto ser tan aburrido que paso a la parte final y dijo en un tono un tanto preocupado que estaba contentísima de tenernos aquí y que sin duda nos lo pasaríamos bien; luego nos dijo que podríamos pasear por un camino del bosque cercano al lago , que estaba ya habitado y no correríamos peligro alguno, seguidamente nos pregunto por los grupos que habría en cada cabaña nos dieron las llaves y nos pidió amablemente que a partir de las 2 de la madrugada no hiciéramos mucho ruido cerca de las zonas “a” y “e” ya que eran las únicas en las que tenían clientes durante esta época del año.
Nos estábamos preparando para salir a explorar el terreno porque la noche era templada y había luna llena, todos los caminos del camping estaban iluminados por farolas y había muchos bancos a los lados del camino y el bosque estaba muy tranquilo a estas horas.
Iba hacía la orilla para ver si me podía relajar con las olas, me despedí del grupo y me fui hacia el lago. Podía oír como alguien me seguía por el camino, la misma sensación de antes, extraña pero a la vez excitante. Me volví para ver quien era.
Era imposible que fuera ella, no podía ser. Iba vestida completamente de negro y estaba a bastante distancia pero sin duda debía de ser ella. Serviços de finanças
Aminore el paso para dejar que ella se me acercara lentamente. Al cabo de 5 minutos estaba muy cerca como para poder disimular nada así que me volví sonriendo y la salude, aunque estaba nerviosisimo.
- Hola Maria, ¿hacia donde vas?
- Estoy dando un paseo, porque no podía, dormir. Me miro y me puso aun más nervioso con su preciosa sonrisa. Seguimos caminando y giramos a la derecha para llegar hasta el lago. Por el camino no podía dejar de mirarla todo el rato porque los pantalones ajustados que llevaba esa noche le marcaban el culo y no sabia si podía disimular mi polla por mas tiempo, se me estaba poniendo mas dura que nunca.
Empecé a ponerme aun mas nervioso si cabía y se me entrecortaba la respiración por lo excitado que estaba. Después de unos 10 minutos de pasear y preguntarle sobre el viaje llegamos al fin a la orilla del lago. Ella corrió hacia un gran árbol y se sentó apoyando la espalda. Me senté a su lado y por su sonrisa note que se había dado cuenta de mi tienda de campaña.
Sabia que no podía resistirme por mas tiempo así que con una sonrisa de oreja a oreja le dije:
- Se me acaba de ocurrir una solución para el insomnio. Sin darle tiempo a seccionar empecé a besarla con fuerza, primero los labios y fui bajando poco a poco por el cuello mientras que con la otra mano empecé a jugar con su pezón izquierdo. Unos segundos después mientras le quitaba la camiseta sentí su mano buscándome la cremallera para librar a la bestia. Sentí su calida mano acariciándome mientras acariciabas su pezones, que ahora que estaba cachonda
estaban durísimos. Empecé a besarle las tetas mientras me quitaba la camiseta.
Empezó a gemir lentamente mientras le bajaba los pantalones y la abrí suavemente de piernas. Le baje las bragas y de besarle le boca fui bajando hasta que rocé su coño. Me excite aun mas cuando soltó un pequeño gemido al meterle la lengua para dentro, era una sensación increíble, su coño era muy suave y estaba ligeramente mojado.
Al cabo de 2 minutos empezó a gemir más rápidamente y le dije que se tumbara de espaldas. Al hacerlo le abrí las piernas y me acerque ligeramente a ella. Cogí mi polla con la mano y empecé a meterla lentamente en su coño. La mire y vi en su cara una mezcla de excitación y placer. Fui aumentando el ritmo poco a poco hasta hacer que sus gemidos se hicieron más fuertes, mientras lo hacia me agache y empecé a besarle la boca y pellizcarle suavemente los pezones. Seguimos con ese ritmo frenético durante unos 10 minutos más o menos, hasta que lanzo un gemido muy fuerte, que hizo que yo me corriera al mismo tiempo que ella. Suerte que llevaba condón pensé, mientras la contemplaba muy relajada, y jadeando lentamente. La mire sonriente y pensé que seria el mejor anochecer que habia tenido nunca. Me quede unos minutos a su lado y estuvimos unos 15 minutos charlando, después de lo cual empezamos a vestirnos.
Mientras nos depedimos y le di las buenas noches.
- Esto es solo el comienzo. Me dije para mi mismo.
El Autor de este relato fué Afgan123 , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=15302&cat=craneo (ahora offline)
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2023-11-05
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