Capítulo 1: Silvana.
Eteryum, un mundo dominado por dos tierras: la de la luz, Andalan, y la del odio, Ákare. El mago blanco Efestion junto con su esposa Shantra, ambos elfos, tardaron mucho en unir a todas las criaturas de la luz, elfos, hombres, enanos y gnomos, en una sola nación para combatir la amenaza del este, Ákare. En Andalan se había conseguido una paz duradera, sin embargo en el este se respiraba codicia y desconfianza. Krytion, gobernador de Ákare, reinaba sobre los elfos oscuros, los hombres de las montañas, los orcos y los goblins sin preocuparse de si se llevaban bien o no, lo único que lo movía era la codicia y el egoísmo. Había mandado ejecutar a su propia esposa sólo por que se cansó de ella. Ahora solo tenía esclavas obligadas a ser sus concubinas, entre las que contaban elfas y humanas secuestradas de aldeas de las fronteras de Andalan. El elfo oscuro Krytion tenía miedo de que un sucesor suyo pudiera arrebatarle el trono, así que mandaba asesinar a toda mujer a la que dejara embarazada, excepto a sus diez favoritas a las que esperaba que dieran a luz para matar a sus bebés. entre las favoritas contaban seis elfas, cuatro elfas oscuras y una única humana llamada Sophie, la cual, después de su primer parto, logro dar a su primogénita a un mercader elfo, uno de los pocos con acceso a los dos reinos, para que salvara a su hija de las garras de Krytion. Su castigo por ello fue la tortura y la muerte.
Esta niña fue llevada por el mercader de aldea en aldea hasta que la adopto una familia. Como no tenía nombre la llamaron Silvara. Ella sabía perfectamente que no eran sus padres biológicos porque eran humanos y ella era una semielfa, pero a pesar de ello ni ella ni nadie preguntó a este matrimonio por los orígenes de Silvana. Creció como una niña normal con sus padres y hermanos adoptivos, pero con la particularidad de que su liso y abundante cabello crecía de un color lila pálido que nadie pudo explicar. Todo sucedió de manera normal hasta que a los trece años empezó a desarrollar un extraño poder extrasensorial, podía leer fragmentos de los pensamientos de otros, podía mover pequeños objetos con la mente e incluso descubrió que podía obligar a la gente a hacer algo con solo pensarlo sin que estos se acordaran de nada. No se lo dijo a nadie por miedo a que la tomaran por un monstruo. Había muchos hechiceros, pero ninguno podía hacer lo mismo que ella, Silvana lo sabía bien porque le atraían mucho ese tipo de cosas y se pasaba horas y horas después de ir a la escuela leyendo en la biblioteca sobre esos temas. Conforme crecía, crecían también sus poderes.
Cuando cumplió los diecisiete años, edad en la que ya era mayor de edad, sus padres le confesaron toda la verdad, sus verdaderos orígenes. Silvana no sabía qué hacer, estaba aturdida, así que les contó a sus padres lo que podía hacer con su mente. Para sorpresa de ella, sus padres no parecían sorprendidos, todo lo contrario era como si lo esperasen. Ellos le contaron que el señor oscuro, Krytion, también los poseía. Silvana y sus padres decidieron que debía marchar para entrevistarse con el mago Efestion y la hechicera Santra, ellos sabrían qué hacer. Así que Silvana emprendió el viaje hacia la capital de Andalan.
Capítulo 2: El extraño.
No tardó mucho tiempo en llegar, ya que provenía de una aldea cercana a la capital, llamada Adaryum. Llegó una noche fría y despejada, en el cielo se distinguía una luna creciente, casi llena. Silvana suspiro de alivio, creía que iba a tardar más y tenía miedo de los hombres lobo que rondan los bosques cuando hay luna llena. Como era tarde, se dirigió a la taberna “El cerdo parlante”situada al este de la ciudad, donde podría alquilar una habitación no muy limpia, pero a buen precio. No llevaba mucho dinero, lo justo para cenar, dormir, desayunar y comer. No pensaba pasar mucho tiempo en la ciudad, lo justo para informar a Efestion de su situación. Tramites en Ecuador
Cuando ya estaba cerca de la taberna, oyó unos pasos detrás suyo, eran casi inaudibles, pero su oídos elfos pudieron captarlos. Se giró con brusquedad, la calle estaba muy oscura, pero pudo ver a alguien semi oculto en un portal gracias a la capacidad que lo elfos y los enanos tienen para ver en la oscuridad a través del calor que desprenden los objetos o cuerpos. No pudo adivinar quien era ni como era, pues estaba cubierto con una capa. No le dio demasiada importancia, Silvana era muy hermosa, y ya estaba acostumbrada a que algunos fisgones de la aldea la siguieran solo para poder observarla creyendo que ella no se daba cuenta.
Ya estaba frente a la taberna cuando aquel individuo se plantó tras ella y retiró su capucha. Era un humano de avanzada edad, era bajito y su pelo era de un negro azabache salpicado de canas. El extraño sonrió a Silvana y le hizo señas para que entrara en la taberna. Una vez dentro, el extraño susurró algo al tabernero y este guió a los dos a una mesa apartada de las demás en un rincón oscuro. El extraño se quitó la capa, y por sus hábitos, Silvana adivinó que era sacerdote del templo del dios Mistral. Ella lo imitó y se desprendió a su vez de la capa que cubría su cuerpo mientras se preguntaba qué querría un sacerdote de ella y por qué actuaba con tanto secretismo. Cuando el tabernero los dejó solos, no sin antes lanzar una mirada obscena a las piernas de Silvana, el extraño sacerdote se presentó:
-“Me llamo Bedril y soy Sumo Sacerdote del templo de Mistral, como creo que ya habrás notado. ¿Cómo se llama, joven?”- preguntó ¡¡ con suma tranquilidad.
-“Yo soy Silvana, de la aldea Otha, señor Bedril”- contestó Silvana con nerviosismo, pues no sabía como debía tratar a un sacerdote de ese nivel.
-“No me llames señor, tutéame por favor, no hay necesidad ni tiempo para esas cortesías inútiles. Contéstame a una pregunta: ¿A qué has venido, joven?”
-“A tratar un asunto con el Gran Efestion.”- contestó sin atreverse a desvelar más.
-“¿De qué cuestión se trata, joven?”
-“De algo muy importante que no puedo desvelar a nadie mas que a él.”
-“Muy bien, si no quieres contármelo... Otra pregunta más, ¿me podrías decir quién es tu padre?”
Esta pregunta la pilló tan por sorpresa que se quedó mirando a Bedril sin saber qué contestar.
-“Soy hija del herrero de la aldea de Otha“- respondió por fin.
-“No intentes engañarme, niña, sabes tan bien como yo que allí solo habitan hombres y no elfos“- respondió él todavía con tranquilidad, pero con un cierto sentimiento de impaciencia.
-“Mis orígenes son asunto mío, y perdone que le hable así, señor Bedril.”
-“¿Ese es el asunto que vienes a tratar con Efestion, ¿verdad?”
Silvana hizo un gesto afirmativo.
-“Muy bien, debes de estar exhausta. Le e encargado al tabernero que te prepare una habitación, aquí tienes la llave- dijo tendiéndole una llave de latón- Le he pedido también que te suba algo de cenar, los gastos corren a cuenta mía. Mañana a primera hora te vendré a buscar y te llevaré ante Efestion y su esposa, intenta estar presentable.”
-“Gracias, señor Bedril- dijo Silvana cogiendo la llave.”
Cuando le iba a preguntar por qué era tan amable con ella, Bedril se envolvió en su capa y se fue sin darle tiempo ni a abrir la boca para despedirse. Silvana cenó abundantemente y se acostó, estaba tan cansada del viaje que antes de darse cuenta ya estaba dormida.
El Autor de este relato fué Nestor , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=7577&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos fantasia Rol Eteryum Capitulos 1 y 2
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2025-01-03
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