Mauricio no podía evitar demostrar su disgusto frente a lo que Ricardo le acababa de contar; después de todo y, aunque lo haya negado unas cuarenta veces, Mauricio todavía sentía cierto grado de afinidad, de afición y, por así decirlo, de amor por aquella mujer que casi un año atrás lo traicionó cuando las cosas parecían estar perfectas entre ellos dos; Patty.
Ricardo solo había sido víctima de la coincidencia no creo que te la hayas querido dar de criollo- cuando dos noches atrás y, en el lugar menos sospechado, se encontró con Patty y decidieron que podían tomarse unos tragos juntos. Nada estuvo planeado; ni las cervezas, ni el lugar, ni la música, ni el beso, el simple y corto beso ¿verdaderamente simple y corto?- que Ricardo decía haberse dado con Patty.
Lo peor de todo no era el incidente en si, sino las implicancias que el mismo, en ese momento, en ese contexto, podría generar. No se trataba de una revancha, ni tampoco de un juego que, ya iniciado ¿será que estos muchachos serían perversos?-, estaba siendo continuado. Cualquier outsider pudo haber planteado que Mauricio no tendría por qué objetar en lo absoluto ya que, por irónico que fuera, él mismo había estado saliendo con Paula, una Paula que alguna vez compartió más que amoríos con su mejor amigo, una Paula que había sido años de la vida de alguien más, una paula coqueta, algo infantil, soñadora, apasionada, pero sobre todo, muy cariñosa con quien significase mucho para ella; la alguna vez Paula de Ricardo. Recetas faciles y rápidas
-Profe, no quiero que pienses que fue adrede, lo de Paula no tiene ni tuvo nada que ver con lo que hice- concluía Ricardo. No huevón, no me jode, te lo juro, pero me pongo a pensar en lo zorra que es esa huevona- mentía, perdón, respondía Mauricio.
Finalmente, diría cualquiera, estaba sellada la deuda entre mejores amigos, o el juego del compartir estaba siendo continuado. Pero ¿Por qué no ser totalmente honesto? ¿Por qué pretender Ricardo- que, frente a la situación en la que te viste envuelto con Patty, reaccionaste con cierto remordimiento de conciencia? ¿Por qué no le contaste a Mauricio, tu mejor amigo, que no llegaste a tu casa sino hasta la mañana siguiente?. ¿O es que llevarás tu secretito a la tumba, y de la mano con la idea que te hiciste en la cabeza aquella noche en la que Mauricio te dijo lo que pensaba sobre las mujeres luego de ser sutilmente amenazado por Walter?, si hasta lo reconociste como sabio por esas palabras.
El Autor de este relato fué Pappo Texaco , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=6022 (ahora offline)
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2024-11-11
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