Relatos cortos ficcion Futuristas Son hostiles

 

 

 

Son hostiles.

26 de octubre de 2004

La nave tomó tierra suavemente sobre la llanura seleccionada, en un paraje bastante desértico, en el cual únicamente resistían algunas plantas y arbustos de pequeño tamaño, de colores amarillentos y azules.

Tras realizar las comprobaciones necesarias, los dos miembros de la tripulación esperaron al momento de máxima oscuridad en aquel planeta, para proceder a realizar el trayecto hasta el lugar en el cual habían comprobado la existencia de uno de los grupos de seres que debían observar.

Según los análisis aéreos previos, de todas las formas de vida existentes en el planeta, tanto por las agrupaciones de individuos, las construcciones observadas, así como por el resto de comportamientos analizados, aquella especie parecía ser la más inteligente, y por tanto, merecía un estudio especial.

 

Sería necesario realizar un desplazamiento no demasiado prolongado, si bien el peso de los sistemas de respiración adaptados, y la menor gravedad existente, hacía el desplazamiento más costoso de lo normal dentro de la nave.

Se encontraban a una distancia desde la que podían observar directamente la zona de cuevas y construcciones de aquel grupo, y comenzaron a realizar comprobaciones y mediciones a distancia.

Podían confirmar gracias a los sensores de calor, la existencia de al menos, 30 individuos, que permanecían inmóviles, al igual que otras fuentes de calor indeterminadas, y más potentes, que serían restos de fuegos repartidos entre ellos.

Se encontraban recogiendo imágenes precisas de los lugares, cuando uno de ellos se percató de cierto movimiento en el sensor de calor, y comprobaron que uno de los seres se acercaba lenta pero decididamente por su lado izquierdo, pues había salido de una construcción de piedra y tierra allí existente.

Aquella era una de las construcciones más cercanas, y aquel ser se había acercado mucho a su posición, por lo que decidieron permanecer ocultos tras la vegetación. Tras realizar una pausa, en la que el silencio se hizo mucho más profundo, comprobaron que continuaba su acercamiento de forma todavía más pausada.

Aunque la actitud no parecía hostil, resultaba preocupante su cercanía, y no supieron cómo reaccionar ante un grito estridente que emitió, tras el cual, a toda la velocidad que parecía alcanzar, volvió tras sus pasos para introducirse por la cueva mayor del recinto. Mejores tendederos

Aquello no era tranquilizador, y decidieron regresar cuanto antes, y suspender la observación de aquel grupo. Comprobando constantemente el sensor de movimiento, se comenzaron a preocupar al comprobar que al poco rato les había comenzado a seguir un grupo de seres, de unos 10 miembros, que poco a poco les empezaban a rodear entre la vegetación.

Una vez comprobada la velocidad de los seres, así como la propia, decidieron adoptar una posición defensiva, pues era evidente que no podrían llegar a la nave a tiempo. Según el protocolo establecido, enviaron mensaje de socorro a la nave principal, para indicar su posición actual, si bien no solicitaron el envío de refuerzos, dado que esperaban resolver la inminente situación que se les presentaba.

Estaban rodeados prácticamente, y los seres se habían detenido a una pequeña distancia, al mismo tiempo que ellos.

El ataque fue fulminante, e inesperado. No habían podido ni ver el aspecto de los atacantes, cuando se abalanzaron sobre ellos cuatro seres prácticamente desconocidos, que no eran en absoluto similares al ser que habían observado anteriormente.

Sería por la sorpresa del ataque, así como por su contundencia, pero únicamente pudieron alcanzar de lleno con sus armas a uno de ellos, mientras que el resto estaba sobre ellos, destrozándolos.

Cuando a la mañana siguiente, un grupo de los seres de las cuevas salió en expedición en la dirección que les había indicado aquel que la noche anterior decía haber visto a dos seres extraños entre los arbustos, su sorpresa fue total cuando encontraron en el escenario del ataque, un animal muerto, así como los restos de dos seres desconocidos.

Ambos habían sido devorados de cintura para abajo, y si la parte superior estaba completa, era porque estaban recubiertos de una escafandra de material duro y prácticamente transparente, la misma que posteriormente el brujo de la aldea dibujaría en la pared sagrada de la tribu, y que permitía ver los grandes ojos sin párpados, sobresaltados por el terror.

El Autor de este relato fué David Garc%EDa Sanz , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=6872&cat=craneo (ahora offline)

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La nave tomó tierra suavemente sobre la llanura seleccionada, en un paraje bastante desértico, en el cual únicamente resistían algunas plantas y arbustos d

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2025-02-17

 

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