Eran las 11:30 de la noche en Chicago y la luna llena estaba alta. Joey se recostó en el asiento de su BMW. Su Winston estaba apunto de acabarse y era el último que tenía.
-¡Mierda, tengo que dejar de fumar!- dijo Joey reprimiendo un grito cuando una colilla quemó su mano.
Había ingresado en el cuerpo de policía y había estado destinado primero a Narcóticos y ahora en Homicidios.
Estaba vigilando a un sospechoso de asesinato llamado Patrick, cuando lo vio salir de su casa apresuradamente, montar en su coche y salir a toda velocidad. Joey lo siguió. Después de dar vueltas por la ciudad llegaron a un descampado.
-¿Qué tramará este tipo?- pensó Joey.
Instantáneamente recibió su respuesta. Patrick sacaba en eso momentos un saco grande y pesado del maletero, lo tiró al suelo y empezó a arrastarlo hacia una pequeña laguna. Joey pidió un par de coches patrulla por radio, salió de su coche y empezó a seguir a Patrick hasta llegar a su altura.
-¡Alto o disparo, esta rodeado!- gritó Joey, mientras le apuntaba con su pistola.
Patrick soltó el saco y corrió hacia la laguna. Joey disparó haciendo un gran estruendo y este recibió el impacto en la pierna. Patrick se desplomó y quedó inconsciente. Las sirenas ya se oían, pero Joey no las oía.
-Esta es la clase de persona que hace de nuestra sociedad una deprimencia. – dijo Joey en voz alta sin darse cuenta de que los policías le rodeaban- Por eso hay que eliminarlos. – añadió apuntando a la cabeza de Patrick
Justo cuando iba rematarlo una mano se poso en su hombro y le sacó del trance. Joey se giró y vio a su capitán y gran amigo Salvatore Leone.
-¡Buen trabajo, Joey!
-Gracias, señor.
Una ambulancia salió de la nada y se llevo a Patrick escoltado por un par de coches patrulla al hospital. Joey se dirigió hacía el saco y tiró de la cremallera para descubrir un cuerpo de una mujer. Todo sobre productos Xiaomi
-¿Quién será?- preguntó Joey en voz baja.
-Es la esposa de Yoyo Laguna- dijo el capitán.
-¿El mafioso?.
-El mismo.
-Bueno capitán, me voy a casa. Mañana haré el informe.
-Entendido, Joey. ¡Hasta mañana!
Joey llegó a su casa. Aparcó su coche y se dirigió a la puerta de su casa. Encontró algo rara la cerradura, parecía rajada. Joey saco su pistola y se preparo para disparar si era necesario.
- Buenas noches – llamó. Su mujer siempre le esperaba despierta por lo que le pareció raro no oír una respuesta.
Joey se dirigió a la escalera ojeando cada esquina y rincón. Al llegar al segundo piso un hombre vestido de traje se abalanzó sobre él. Joey disparó a la garganta y el atacante calló al suelo. Se dirigía al dormitorio familiar cuando oyó un grito de su mujer, corrió pero la puerta estaba cerrada. Después de unos instantes de duda, Joey tiró la puerta debajo de una patada. Un matón mantenía agarrada a su mujer con una pistola en su cabeza. Un segundo matón apareció por sorpresa y disparo a Joey en el hombro. Este dirigió su pistola a los atacantes y disparo varias veces. Al acabar el tiroteo, Joey observo que los matones estaban muertos pero su mujer yacía tumbada en la cama rodeada de un charco de sangre. Joey se sentó en la cama y cogió el cuerpo de su mujer llorando.
El Autor de este relato fué Mad Tulkas , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=1817 (ahora offline)
Relatos cortos terror Asesinos en serie La venganza de muerte
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2020-06-13
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