Me llamo Luna Martina, aunque me conocen por "martinika". Estos hechos que os voy a contar, ocurrieron siendo una adolescente de diecisiete años.
Hasta los cartorce años, fui una niña ejemplar, buena estudiante, obediente, modosita en mi peinar y vestir...Pero todo ese candor se rompió poco despues de cumplir esos catorce, mis padres, empezaron a discutir un dia si otro tambien y a tener vidas paralales, cada uno con su amante. Empecé a sentirme desatendida, con falta de amor y calor de hogar. Solo me usaban para echarse en cara sus mejores años perdidos con la persona equivocada.
Mis notas empezaron el declive y mi autoestima tambien. me junté con la pandilla rebelde y punk del instituto y mi aspecto y mis modales cambiaron. Me gané a pulso la expulsión de instituto. Ociosa, callejeando y sin pasta en el bolsillo, empece a hurtar en tiendas ropa, musica...hasta que me trincaron. La primera vez, fue una severa amonestación del juez, como reincidí acabe celebrando los quince en el reformatorio. Tres meses de infierno ufff.
Alli dentro conocí a Paula y a Eva, dos gemelas tres años mayores que yo, que pronto saldrian en libertad. Nos hicimos grandes amigas y me esperaron. Al salir, formamos una pandilla junto con su primo Ramón.
Nos fuimos profesionalizando en los hurtos, hasta que decidimos dara el salto a robo a mano armada, el ultimo, el mas sonado una joyeria de la parte alta, la mejor de la ciudad. Algo falló, Ramón se puso nervioso y disparo heriendo de gravedad al dueño. yo me asusté y le grite que estaba loco, que eso no tenia que haberlo hecho. Huimos, separados, cada cual donde pudo. Yo me fui a 50 km, en tren, a casa de los tios de mi exnovio, le robe las llaves y me hice una copia y ni se enteró el capullo. Esos cerdos la usan solo en verano. Por las noticias me enteré que Ramón habia muerto en un tiroteo con la poli y las gemelas habian ingresado en la cárcel, esta vez de los adultos. iban a estar recluidas como minimo diez o doce años.
Pasó una semana, y me tranquilice. Inocente! Una noche, de madrugada derribaron la puerta y apareció un policia uniformado, arma reglamentaria en mano. No tuve tiempo de coger mi pistola. Me dijo que venia solo, que no le bastaba nadie mas para trincarme. Era alto, moreno, ojos verdes, muy cachas y atractivo. Me hizo acercarme y yo intente escapar, me tiró contra la pared y me golpee la cabeza. Sacó el seguro y me apuso el arma en la cabeza: "voy en serio, tia, deja de hacer la gilipollas y haz lo que yo te diga. Entiendes o te hago un plano?". Asentí asustada mientras noté impotente como me orinaba encima.
"Me cago en la puta... me has salpicado los pantalones. Te he poner pañales o que?". rugió dandome unaLe una fuerte ostia.
Me puse a llorar y dejo el arma. "venga, nena, vamos a llevarnos bien. sera todo mas fácil y eres obediente"-dijo. Me puso contra la pared, piernas y brazos extendidos, pensé que iba a caerme. Me empezó a cachear con furia...me arrancó la faldita y las bragas humedas y frias de meaos. Empezó a jugar con mi bello púbico. "mmm nena, tu coño ha quedado ahora bien despejado. Tienes un buen ejemplar. jaajajajajaja".
Le supliqué que no siguiera, pero eso le hizo poner mas cachondo. "Mira nena, he leido tu ficha, estas fichada desde los catorce y has estado incluso encerrada, asi que tu no puedes negociar. Quieta y a obedecer delincuente!!!!". No protesté. Me relaje. El poli, me itrodujo sus dedos en mi chocho y me lo masajeo hasta que se me puso chorreante. ronroneaba de placer. Me dijo al oido que si me gustaba, le dije que si.
Con un movimiento rapidó sacó las esposas y me las colóco. se quitó la ropa y pude apreciar un cuerpo atletico y cuidado. Estaba empaldo, tenia una gran polla. Sujetandome la cabeza ordenó: "Tu, delincuente de mierda, chupamela toda y procura que me guste si no quieres te abofetee". No hizo falta, se retorció de placer y se corrió en mi boca. cumpliendo su orden me trage todo su liquido calentito. Letras en Graffiti Gratis | Descubre Todos los Estilos
Me acarició la cabeza y me besó. Me habló esta vez sin gritos:
"Eres muy guapa y estas buenisima MartinikaMartinika, pero tu comportamiento es muy malo y mi obligación como policía es reeducarte. Asi que preparate para una buena tanda de azotes. Debes ser castigada severamente, con diecisiete años aun puedes convertirte en una nena obediente".
Se sentó en una silla y me hizo poner sobre sus rodillas. Seguia esposada, no me las queria quitar, decia que era su prisionera y que dejara de preguntar. Obedecí miedosa. con sus manos fuertes y grandes me azotó el culo hasta que me escoció y quedo como un tomate maduro. Creo recordar que fueron unos cincuenta azotes. Al acabar tenia los ojos llenos de lagrimas. Me sentia humillada. Me habia advertido que si volvia a protestar me daria una buena tanda. Asi que callé.
Me puso de pié y me arranco la camiseta ceñida. Ahora estaba totalmente desnuda como él. Empezo a mordisquearme los pezones y a succionarlos y note como se me humedecia el chocho. Bruscamente me empujo hacia el sofa y se abalanzó sobre mi: "Asi me gusta, que colabores. Te quiero muy sumisa. Ahora te voy a follar, con lo mala que eres seguro que no es la primera vez. Pero te aseguro que sera mucho mas exitante que otras de tus veces, ajajaja". La verdad es que ni él habia follado con una chica de diecisiete años ni a mi me habia follado un tio de venticinco. Me introdujo su enorme pollón en mi chocho muy humedo, la verdad es que me estaba excitando de que un poli me follara. Me envestia fuertemente, rapidamente y gemiamos de placer. Salío de mi y me dijo que me pusiera yo encima. "Ahora vas a cavalgar sobre mi polla, chica mala. A ver ese ritmo". Obedí, moviendome rapido, si dismunia mi ritmo me azotaba el culo con la porra del uniforme que habia dejado a mano. Me hizo parar de nuevo. Riendo dijo: "Ahora si que vas a gozar, te voy a meter la porro por el culito". Suplique que no, que nunca lo habia probado y debia doler. Me gane sesenta azotes más. Esta vez no puede reprimir el llanto.
"venga Martinika, no me hagas ser asi, relajate y disfruta". Me metió la polla dentro del coño y me ordenó seguir cabalgando y coreando lo que me iba diciendo: "he sido mala, una askerosa delicuente y kiero ke tu poli me des mi merecido". Poco a poco me fue introduciendo su porra de reglamento en mi culo virgen adolescente. El dolor inicial dejo pasó a un placer divino al notar mis dos agujeros bien invadidos. Asi estuvimos una hora mas, hasta que nos quedamos dormidos, extenuados. Me sacó las esposas,nos duchamos, nos vestimos y me volvió a esposar. Me advirtió que no intentara denunciarle, que no iban a creer a alguien con nueve dentenciones. Me subio al coche patrulla y me llevó a comisaria y posteriormente delante el juez. Me condenó dieciocho meses en un reformatorio, de los que cumplí solo diez. La condena en realidad era no poder ser follada por nadie, nadie me castigaba como él. Al llegar mi mayoria de edad, por buen comportamiento me concedieron la libertad vigilada. El dia que abandone el reformatorio ahi estaba Dani, sin uniforme pero tan morboso como siempre. Me dijo que no habia podido olvidarme tampoco y hoy dia comparto mi vida y la profesión con mi querido castigador.
El Autor de este relato fué Marinika , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=2477&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos eroticos Dominación detenida y follada por un policia
Me llamo Luna Martina, aunque me conocen por 'martinika'. Estos hechos que os voy a contar, ocurrieron siendo una adolescente de diecisiete años.
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2024-12-02
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