Relatos cortos eroticos Fantasías Eroticas CORNUDO FELIZ

 

 

 

Mi esposa asistió a una fiesta a la que yo no era invitado, puesto que era de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, siendo aproximadamente las 11 de la noche, consideré que era oportuno recogerla, puesto que el sector de la ciudad donde se desarrollaba la fiesta no era muy seguro. Cuando llegué, la dueña de casa, que era una compañera de trabajo de mi esposa, salió y me dijo que si podía dejarla un tiempo más, que la fiesta estaba en lo mejor. En ese momento salio mi esposa y me dijo exactamente lo mismo y cuando quedamos solos, dijo que ella se hallaba muy a gusto en la fiesta pues se había reencontrado con Fredy, aquel amigo nuestro con quien inventábamos unas sesiones de infidelidad cuando estábamos en la cama y que tanto a ella como a mi nos excitaba muchísimo. Sabia yo lo que eso significaba en nuestra vida sexual y por tanto le dije que se quedara tranquila, que yo vendría mucho más tarde.

 

Sin embargo, guarde el coche en un parqueadero cercano y, ante la cantidad de gente que había en la fiesta, ingresé a ella de incógnito, simplemente para observar a mi esposa, en otras palabras para excitarme mas.

Ella se había vestido como adivinando lo que después iba a suceder, un vestido negro, que a mi me encantaba, supercorto, pues al sentarse dejaba descubiertos sus muslos, esos muslos que a mi me excitaban tanto cuando hacíamos el amor. Fredy bailaba solo con ella y lo hacía muy pegado, de seguro le estaba sobando su pene entre las piernas, ella se dejaba hacer, también la notaba yo excitada. Cuando terminaba la música, Fredy se sentaba junto a ella y ella lo que hacia era cruzar sus piernas, lo que debía excitarlo más, salvo que fuera de piedra.

Yo me di cuenta que esa era la oportunidad para mi esposa de desinhibirse totalmente. Se llama Patricia y a sus 46 años se conserva muy bien, mide 1,65 mt, de cintura delgada, cabello liso y corto, pechos medianos y erguidos, rostro hermoso de ojos color miel y labios muy sensuales y provocativos. Sus piernas son muy provocativas. Me encanta que se ponga vestidos cortos.

Como dije, esa noche se vistió muy sexy con su vestido negro ajustado y muy corto, mostrando sus atributos más de la cuenta. En la fiesta, me di cuenta que levantaba miradas, cada vez que pasaba o salía a bailar (aunque siempre lo hizo con Fredy). La verdad es que a través de los años de casados, nunca la había visto tan lanzada., pero eso no me disgustaba. Por el contrario, me excitaba al imaginar que Fredy esa noche pudiere hacerle el amor y que luego Patricia me lo contara. Pero, como verán, no hubo necesidad de que me lo contara.

La excitación que Patricia provocaba me daba cierto morbo al ver la mirada deseosa de otros hombres, algunos hasta le decían piropos, especialmente por sus piernas. A ella no le molestaba la cosa y al contrario parecía gustarle mucho. Fredy parecía estar celoso y ello aumentaba mi libido.

Salí de la fiesta un momento a comprar unos cigarrillos, eran cerca de las 12 de la noche y al regresar , no vi a Patricia y empecé a buscarla. Seguí buscando en la penumbra y aprovechaba cuando las luces giratorias de los reflectores me lo permitían hasta que la encontré.

El corazón me empezó a latir aceleradamente. No podía cree lo que veía. Estaba con Fredy en la parte más oscura y lejana del la pista del salón. Bailaban abrazados y, uf, se besaban apasionadamente. Fredy la abrazaba por la cintura y le sobaba las nalgas. Ella le correspondía abrazándolo por el cuello y pegando su cuerpo al de él. Sin que me vieran, porque había muchísima gente, me acerqué un poco más y me quedé petrificado durante unos minutos observando el tremendo amacice que se estaban dando Fredy y Patricia, mi esposa. Ahora Fredy tenía metida su lengua en la boca de Patricia que entrecerraba sus ojos, acariciándolo por la nuca, al compás del largo y profundo beso. Me quedé medio escondido para averiguar que más se traían entre manos pero las intermitentes luces hicieron que se separaran y disimularan con el resto de gente que bailaba alrededor.

 

Me di cuenta que los dos se ponían de acuerdo en algo, luego Fredy la tomo de la mano y salieron del salón sin que nadie se diera cuenta, solamente yo. Fredy tenia su carro a la salida, pero alejado de cualquier mirada y los dos subieron a él. Al subir, el vestido de Patricia se alzo tremenendamente y ya me imaginaba lo que iba a suceder luego. Recuerden que nunca había hecho algo así, pues en nuestros 25 años de casados sólo se había acostado conmigo.

Ellos en el carro estaban muy ocupados, el sitio era oscuro y por tanto no me podían mirar, solo yo sabía que ellos estaban ahí. Me asomé por y la sorpresa que me llevé fue tremenda. Patricia estaba boca arriba sobre el asiento del vehiculo, y frente a ella , estaba Fredy y tenía afuera su verga frente a la cara de ella, tratando como de metersela en la boca. Los sensuales labios de mi mujer se entreabrieron y con la punta de la lengua acarició la negra cabezota de Fredy, dejándola brillante con su saliva.

Fredy la agarraba tiernamente por la cabeza y se la follaba profundamente por la boca y por momentos su verga desaparecía por completo dentro de ella, que le ordeñaba las pelotas, provocándole gemidos de placer y poniéndolo al borde del orgasmo. Yo no lo podía creer. Ahí estaba mi mujer mamándole la verga a Fredy , a punto de tragarse su leche y yo con una morbosa necesidad de ver más!!!!!!.

De pronto Fredy lanzó un grito ahogado y pensé que se había venido, pero no fue así. Sacó su verga que destilaba ya un líquido pre eyaculatorio, de la boca de Patricia y se acomodó entre sus piernas abiertas. Iba a penetrarla en mi presencia !!! Y ella se lo iba a permitir !!!. El asiento del carro llegó al piso, se convirtió en una cómoda cama y en ese momento, Patricia agarró el erecto pene del tipo y colocó su cabeza a la entrada de su lubricada vagina. Métemela ya, Fredy que quiero sentirla adentro!!! - susurraba ella levantando sus caderas para recibir la estocada. Armario escobero

Fredy empujó hacia dentro y se la fue metiendo poco a poco. Patricia cerró los ojos y se mordió los labios al sentir la verga abrirse paso dentro de ella. Nunca la habían penetrado tan profundamente y pensé que lo iba a detener, pues parecía que semejante verga no cabía en su estrecha rajita, pero por el contrario, el placer que estaba sintiendo hizo que colocara sus manos en las caderas de él atrayéndolo hacia ella hasta que Fredy se la incrustó por completo, dibujando en el bello rostro de mi esposa una expresión de triunfo sexual. Y yo sentía una morbosa sensación.... otro hombre estaba comiéndose a mi esposa!!!!!

Inmediatamente Fredy empezó bombear, metiendo y sacando el largo pene y sus cuerpos se acompasaron en profundos vaivenes, buscando el ansiado orgasmo. Fredy arremetía con su pelvis el pubis de mi esposa, al tiempo que ella le cruzó sus piernas por las nalgas de él, buscando una mayor penetración. Mientras tanto sus labios se buscaron y comenzaron a darse apasionados besos de lengua.

 

- "Uyyyy !!!... dame más verga, Fredy ...!!! ....assssii...!!!....hasta el fondo ...!!!!"- Pedía Patricia mientras Fredy, se la enterraba hasta el fondo y sintiendo venir un tremendo orgasmo. -"Así, Fredy, métemela toda !!!! Quiero sentirla bien adentro.....aaaahhhhh!!! que ricoooooo!!!!!! "- le decía mi mujer bajo sus labios mientras sus jugos le inundaban su vagina, mojando la verga de Fredy, que entraba y salia completamente brillante.

Aquella escena me puso la verga bien dura, viendo como mi esposa se entregaba a Fredy, el hasta entonces amante imaginario, que se gozaba su cuerpo. Sentí una extraña sensación de celos y morbosidad al verla cómo disfrutaba haciendo el amor con Fredy. Patricia estaba irreconocible, jadeando bajo el cuerpo de Fredy que ahora se dedicaba a darle lamidas y ligeros mordiscos en los brillantes pezones de mi esposa y luego se los metía en la boca mamándoselos, provocando en ella intensas oleadas de placer.

-"Que ricas tetas tienes Patricia !!!...." ? le decía mientras se las chupaba

- "Mámamelas, son todas tuyas...!!! ....aaahhhh..!!!...."- seguía susurrándole Patricia , con los ojos completamente en blanco, mientras movía sus caderas intensamente al encuentro de los densos bombeos del hombre, que sacaba su chorreante pene, bañado por los jugos de ella y volvía a clavárselo. Fredy se estaba comiendo muy rico a mi mujer.

Pronto, sus sudorosos cuerpos, adquirieron un ritmo enloquecedor. Patricia levantó sus piernas hacia él, colocándoselas sobre los hombros, dejando su vulva completamente de frente a las embestidas de Fredy y sus caderas empezaron a vibrar al compás de movimientos más rápidos. El tipo metía y sacaba su larga verga a toda velocidad en la lujuriosa raja de mi esposa, que ahogaba sus gritos en débiles sollozos, al tiempo que sentía venir otro orgasmo voraz.

- " Ohhhhhhh.... me voy a venir !!!!! Fredyyyyyyyyyyy, que ricooooooo........ me vengooooooooo!!!!.... dame tu leche.... toda dentro de mi..........yaaaaaaa!!!!!!"..... ? gimió Patricia.

Sus bocas se unieron fundiéndose en un largo y profundo beso y sus cuerpos se sacudieron simultáneamente durante varios minutos con los espasmos de tremenda venida, hasta que no quedó una sola gota de líquido en los testículos de Fredy , mientras los gemidos de Patricia se ahogaban bajo los labios de su amante , que aplastaba su cuerpo contra el de mi mujer en los últimos movimientos de semejante sesión de sexo que acababan de tener.

-" Fredy, mi amor que polvo tan espectacular!!!! ....Nunca había sentido tanto placer haciendo el amor !!!! - Decía Patricia ? Que verga tan rica y grande!!!...casi me atraviesas toda!!!....No me la saques todavía papito, papito...!!!!.

Yo pude ver todo, gracias tanto a la oscuridad del sitio como a lo emocionados que estaban Fredy y Patricia, que no se daban cuenta sino de lo que estaban haciendo. Pese a los ruegos de Patricia, Fredy le sacó la verga y quedó exhausto en el sillón del carro. Patricia que tenía su falda casi en la cintura, quedó igualmente agotada. Fue en ese instante en el que Fredy le dijo que cada vez que deseara encontrarse con él que lo llamara a su móvil y le dio el número, poniéndole solamente una condición, debía ir con una falda tan alta como la que tenía esa noche, es que me encantan tus piernas Patricia le decía y ella así se lo prometió.

Fue cuando llegue con mi carro a buscarla, fingiendo que apenas me asomaba al lugar. En ese instante, Patricia se bajaba del carro de Fredy y este salió rápido del lugar. Al llegar a casa, hicimos el amor y yo jamás había estado tan excitado.

El Autor de este relato fué Filoteo , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=11437&cat=craneo (ahora offline)

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2021-08-25

 

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