Todo empezó el primer día de kampamento.
Era un macizorro de 17 años y yo de 17 también, con unos músculos de alucine y un pelo rubio qe brillaba mazo al sol.
Todas las noches nos mandábamos mensajes al móvil. Por la noche me envió un mensaje que decía: "hola wapa, tengo una sorpresa para tí. A las 3.30 en las duxas de las chicas".
Yo me temía lo ke iba a pasar, pero me excitaba tanto que no pude resistirme a ir. Yo solo me había puesto mi pijama. Uno muy cortito y muy sexy. Él sólo estaba en bañador. Qué excitante, pensé cuando le vi.
Lo primero que él hizo fue cerrar la puerta para que nadie nos oyera. Él me dijo:
- Qué bien, ya estás akí.
- para qué querías que viniera?
- ya lo verás.
Primero empezó a besarme en la boca. Estábamos dentro de una ducha con la cortina abierta los dos muy pegaditos.
Después fue bajando y bajando hasta llegar a mis grandes tetas. Yo notaba cómo su gran miembro, que al poco tiempo descubri, iba subiendo y aumentando de tamaño poco a poco. Mis pezones estaban más duros que una roca del placer.
Le susurré al oído que podían seguir más abajo, que no pasaría nada. Y así fue, bajó hasta mi húmeda vagina con su gran mano y me empezó a desnudar. Primero la camiseta y luego los pantalones. Yo no llevaba nada excepto el pijama qe me acababa de kitar él. Yo con mis dos manos libres empecé a tocar su fuerte miembro.
En poco tiempo sacó un condon del bolso de su bañador y se lo puso.
Más tarde me penetró, pero aunke me doliera yo aguantaba porque algo más placentero ke eso creo ke no existe. Lo hicimos mientras nos caía el agua por nuestros cuerpos sudorosos y ardientes. Lo hicimos de pie y sentados sobre el suelo de la ducha. Dioses y mitos
Después me subió en una mesa que había y me abrió las piernas. Me penetró varias veces. Yo gemía de placer.
Así lo hicimos unas cuantas veces hasta corrernos muchas veces. Casi a la hora de despertarse, nos fuimos a las cabañas.
Nunca olvidaré esa noche pero la cosa no terminó ahí. Un día fuimos a la piscina y lo hicimos en los baños, pero no pude gritar porque nos podían oir.
Otro día fuimos de excursión a una playa vacía, no había nadie, era sólo para los acampados de mi campamento. Nos fuimos a unas rocas apartadas que rodeaban un pekeño ''lago'' de agua salada. Allí lo hicimos fuertemente. Yo le masturbaba mientras él me acariciaba los pechos, y después nos sentamos en una roca y me empezó a penetrar muy duramente, aunke yo ya estaba acostumbrada de las otras veces.
Hasta la última noche no lo volvimos a hacer. Esa vez fue entre el espacio que había entre una cabaña y otra.
Yo le llevé hasta allí y esa vez probamos muchas maneras, como la del perrito y muchas más.
Fue el mejor campamento de toda mi vida. Llegó el último día y nos tuvimos que despedir. Él vivía en Madrid y yo en Barcelona.
No le he vuelto a ver en la vida.
Es mi primer relato. Espero ke os gustara. Sé ke es un poco largo pero espero ke os haya gustado.
Adiós.
Votádme.
El Autor de este relato fué Selan , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=15419&cat=craneo (ahora offline)
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2024-12-29

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