- Capitán, estamos completamente desacelerados. Tenemos permiso de control terrestre para orbitar en 4.3.2.0 parábola 1.0.0.9 fuerza entre 0 y 1. -
La sensual y femenina voz provenía del ordenador de la nave. Se tomó su pausa para que yo comprendiese lo que acababa de decir y prosiguió
- ¿Le doy a la aliniación gravitacional una duración de nueve horas, once minutos y quince segundos aproximados hasta el atraque?"
- Sí, gracias Nuria - respondí - ¡Por fíiiiiin! - Exclamé estirandome en mi sillón de mando dirigiendo la cabeza a Clarisa, la oficial cientifica, única que en esos momento estaba sentada en otro sillón de la cabina.
Clarisa dió entonces la orden a Nuria para que elevase los blindajes de protección de las ventanas alrededor de toda la nave circular.
Frente a nosotros, un poco arriba e invertida se alzaba magestuosa y enorme la tierra. Un espectaculo que nunca me cansaré de ver.
No la perdía la vista cuando pulsé el micro para que mi voz se escuchase en toda la nave.
"Soy el capitán. Cómo pueden comprobar por las ventanas superiores nos encontramos en órbita frente a los antiguos Estados Unidos. Pendiente de atraque en el cosmodromo de los Rodeos de Tenerife. Que será hora local 8 de la mañana, dentro de aproximadamente nueve horas"
Bebí un poco de agua y proseguí
"Por motivos de aclimatación a los efectos cinéticos de la desaceleración y a la atracción terrestre procedemos a desconectar la gravedad artificial que desde este momento comienza a aumentar progresivamente en toda la nave excepto en: enfermería, dormitorios, baños y duchas."
Mientras hablaba, Nuria desconecto la gravedad del interior de la nave.
"Es buen momento para aprovechar y dormir para mejor ajuste horario. Si alguien tienen problemas para conciliar el sueño puden d¡pedir a la doctora Jannet que les facilitará una pulsera de sueño. Bienvenidos a la tierra." El Portal de los Acrósticos imaginativos
En cuanto dejé de pulsar el micro. Clarisa se impulsó con ambas manos sobre los brazos de su asiento y flotó hacía arriba. Mirándome con una sonrisa.
Con la habilidad de quien lo ha hecho mil veces, se despojó del mono que llevaba puesto habilmente por los pies.
Sonreí e hice lo mismo, aunque ella era más joven y ágil que yo.
Con su eterna sonrisa ahora traviesa, se impulsó dejando la marca de sus pies en uno de las lunas para que la persiguiese.
Volamos desnudos a toda velocidad en la cabina de mando casi la atrapé. Pero me esquivó y por poco me paso de largo.
Me capturó ella cogiendome en pleno vuelo por el pene. Me dolió un poco, pero comenzó con un agusto masaje que me daba se me olvidó enseguida.
Levitó entonces hacia abajo y me introdujo en su boca, moviendose hacia adelante y hacia atrás, con mi miembro erecto en su boca.
En esos momentos se abrió la puerta neumática y entro una despistada pasajeras en la cabina.
Clarisa, no perdió el tiempo, me miró, sonrió y volamos hacia ella.
Tal vez fue la sorpresa, tal vez el ambiente, pero ella no se opuso a que la comenzasemos a desnudar entre ambos.
Al rato estabamos follando tan apasionadamente los tres... cuando descontroladamente en sus movimientos entró en la cabina un perro macho suelto, seguramente de alguien del pasaje.
;-)
El Autor de este relato fué Rubick , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=12693&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos eroticos Fantasías Eroticas Órbita 4.3.2.0
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2024-09-20
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