Este relato está basado en hechos reales (si no, para que estaría aquí?) pero quiero que no penseis que estoy loca, aunque os va a costar. Voy a contarlo todo muy fielmente, pero voy a cambiar los nombres excepto el mio, para que veais que respeto la vergüenza ajena.
Esto ocurrió cuando yo iba a 6º de primaria. Yo no era gran cosa.
Volvía creo que después de las Navidades. Llevaba una trencita que me habían hecho en el Expojove (exposición educativa para jóvenes y niños en Valencia), se había mezclado mi pelo y hilos de colores naranja, rojo y amarillo.
La gente conocida me decía que donde me la habia hecho, que me quedaba bien, etc. Nunca me había sentido más integrada.
Llegó la hora del comedor. Teníamos algo así como dos horas y media de recreo contando el tiempo que tardábamos en comer, salíamos por la mañana a las 12 y media y entrabamos por la tarde a las 3.
Yo tenía unos amigos, de ellos, se quedaban David, Vicente y Ruben. También, de vez en cuando, se quedaba Joaquín. Esta vez se quedaba Joaquín.
Ruben se fué por ahí a jugar a futbol con otros amigos. Vicente le siguió, y el, normalmente, siempre estaba haciendo el gilipollas, por así decirlo.
Yo, David y Joaquín los seguimos. Estábamos viendo como jugaban (yo, aburriéndome como una ostra, pero no tenía otra cosa que hacer) cuando vi que David se ponía detrás de Joaquin, y este, imitando la voz de un robot, decía:
-Preparando ataque de noseque 1.
Cuando termino de decir esto, dijo:
-Ataque de noseque 1. (lo de noseque es porque no me acuerdo bien de como era).
Se lanzaron los dos hacia mi, uno detrás del otro. Yo lo esquivé, y se puso Vicente delante y dijo algo así como:
-¡Ataque de pelo nasal!
Yo no sabía por qué se habían puesto así de repente. Yo no era gran cosa fisicamente, como he dicho, y no sabía por qué se habían lanzado así hacia mí. Pero por algo mi clase tenía fama de ser la nmás pervertida de todo el pabellón, así que malpensñe y malpensé. Pensé que sería divertido seguirles el juego y aproveché para huir de esos ya que hacian el tonto. Entonces dice Joaquín, con su voz robótica:
-La presa se escapa. Repito. La presa se escapa.
-¡Venga! ¡Ataque 2 de misiles!-decía David.-¡Que no escape!
Corrieron detrás de mí. Yo seguí corriendo. Como yo era más resistente, ellos se pararon, y dijo Joaquin:
-Batería descargada. Batería descargada. Necesitar combustible.
-¡No!¡No te puedes morir ahora!¡Aguanta, Joaquinator!-decía David, imitando a los de los anime de robots.
Yo seguí corriendo. Claro que esto lo oía a lo lejos. Llegaba a salir del campo de futbol (el patio de mi colegio era muy grande) cuando me encontré con el niño cargante e imbécil que se metía conmigo en el extraescolar de ajedrez. No me acuerdo como se llamaba ni me apetece recordarle, a lo que lo llamaremos Niñato.
-Hola Anita Gordita Rechonchita Señorita (me llamo Ana).-dijo Niñato.
-¡¡Déjame en paz, cargante!!¡Estoy ocupada!
-¿En que sentido, Anita Gordita...?-decía, pero cortó la frase, porque veía que Joaquin y David se acercaban otra vez. Se me ocurrió una idea. zsh themes - all about z shell and oh-my-zsh themes
-Mira, ¿ves a esos dos chicos de ahí? Pues bien, son amigos míos. Están interesados en conocerte.
-Si lo que intentas es persuadirme para que los entretenga y los atrase y asi no sigan persiguiendote no lo conseguiras, es mas, me aburro, adios Anita Gordita Rechonchita Señorita!
Niñato se fue. De verdad que me daban ganas de estrangularlo, degollarlo, mutilarlo y decapitarlo a la vez, luego esparcir sus sesos por el campo de futbol y mas cosas asquerosas que se me ocurren solo a mi. La verdad es que era un cabronazo.
Me encontré a David y a Joaquin detrás de mi. Me di cuenta de que me había distraído, así que volví a correr. Creo que si el profesor de gimnasia me hubiese visto me habría puesto un 7 en resistencia por lo menos. Tuve que volver a entrar en el campo de futbol para huir. Mierda. Otra vez en su "terreno".
Por el camino me encontré a otro niño cargante, llamado Jorge, que era orejón, amigo de mi hermano y ojito derecho de Vicente. No sé quien era más gilipollas, si Vicente o él. Al menos Ruben 2 (como lo llamaremos a partir de ahora) no me insultaba, simplemente era desobediente y maleducado pero he de admitir que tenía su encanto. Me agarró del brazo, y Joaquin y David me estaban alcanzando. Como estaban muy cerca, empecé a dar vueltas.
-¡No te soltaré por nada del mundo! ¡No te soltaré!¡No te soltaré!- repetía el niño, histérico. La verdad es que pesaba bastante para lo delgado que parecía. Ellos ya estaban ahí, y Joaquín decía:
-Preparando ataque misil 2.
Intenté dar vueltas con más fuerza.
-¡No me soltaré! ¡No me solta...!-se soltó y cayó encima de Joaquin y David. Calleron al suelo. Menos mal que estabamos acostumbrados, porque Ruben siempre se nos echaba a las espaldas, y que el campo era de arena, porque si no se habrían hecho daño de verdad. Aproveché para seguir corriendo.
Miré la hora. ¡Las 2! Había estado tan distraída que iba a llegar tarde a comer.
Fui corriendo y comí poco, porque no me gustaba mucho lo que ponían. Cuando yo empezaba a salir, ellos estaban entrando.
Más tarde, abrieron a las 3 menos diez. Yo había tomado el asunto con calma, ya que no los veía por ningñun lado. Pero siempre pasa como pasó con la tortuga y la liebre.
Vi que mi amiga llegaba. Se llamaba Celia. Empezamos a hablar y llegaron David y Joaquin por detrás, me estiraron un poco de la trenza, sin hacerme daño, la tocaron un poco y la dejaron.
-Ale, ya está.-dijo David, sonriente.
-Operación terminada.-dijo Joaquin, con su voz robótica. Me quedé sorprendida. Le dije:
-¿¡Osea, me habeis perseguido durante todo el tiempo libre sólo para tocarme la mecha!?
-Afirmativo.-respondió Joaquin.
-¿Y por qué no me lo habeis pedido y ya está?
-No se.-dijo David. Les pegué una colleja y me subí a clase.
El Autor de este relato fué Ana Shek , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=11015&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos humor Hechos Reales La trenza
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2025-01-10

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