En un futuro tan lejano, o tan cercano, como el lector quiera, existe un laboratorio secreto en El Ejido donde hacen unos experimentos. Todo el mundo sabe que El Ejido está en Almería, ¿verdad?
Bien, el equipo de científicos que forman parte de estos experimentos se clasifica de esta manera:
25% Almerienses.
25% Madrileños.
25% Inmigrantes (Marroquíes, ecuatorianos, rusos).
25% Murcianos.
Todos ellos trabajan con tomates. Sí, con tomates. Quieren hacerlos cuadrados.
Después de dejarse los ojos en el microscopio, cultivan las plantas de los tomatitos supuestamente cuadrados.
Y pasan los días, y germinan los tomatitos. Pero no están cuadrados...
Se basan en la teoría de que todavía es pronto para que sus queridísimas hortalizas se desarrollen.
El caso es que estos tomatitos se hacen tomates. Bien, han crecido. Pero siguen sin encuadrarse.
Un día, uno de los científicos almerienses está observando y analizando uno de los tomates.
De pronto, ve temblar al tomate.
- ¡Sí! ¡Por fin! ¡Se va a hacer cuadrado! - deliró el nativo.
Pero el tomate no se hace cuadrado. En su parte delantera parece que se está levantando la piel... ¿Qué? El científico no puede creérselo... El tomate está desarrollando... ¡OJOS!
Sus ojos son ¿azules? Sí, azules como el mar de Garrucha. Y esos ojos marinos miran al científico. El científico siente fascinación.
- ¡Eh! ¡Vosotros! ¡Venid a ver esto!
Los otros científicos vienen corriendo a ver la maravilla vegetal.
- ¡OOOOOOOOOOH! exclaman todos.
¡Un momento! ¿Otra vez se está levantando la piel del tomate? Pues se está levantando mucho. Pero mucho, mucho.
- Yo creo que se está levantando demasiado... advirtió un científico ecuatoriano.
¡¡El tomate está desarrollando una BOCA!!
- ¡Pero mirad! ¡Los otros tomates TAMBIÉN están desarrollando OJOS! alucinaba una científica madrileña.
Antes de seguir, hagamos un pequeño resumen:
Unos científicos experimentaban con tomates, a ver si salen cuadrados; pero en vez de eso, a los tomates les salen ojos y boca. ¡Je! ¡Pues no saben lo que les espera!
- A ver...
Eh, científico almeriense, no te acerques tanto al tomate, no vaya a ser que te coma...
- ¿Por qué se arrejuntan tantas pepitas dentro de la boca del tomate? ¡Anda, qué curioso! Están formando triángulos...
¡¡¡GGGSSSSSHIK!!! ¡¡Eso no son triángulos, SON CUCHILLAS!!
- ¡Aaaagh! ¡Qué asco! ¡Qué desesperación! ¡A los otros tomates TAMBIÉN se le están formando DIENTES CUCHILLAS!
Con los 3 sentidos desarrollados (vista, gusto y tacto asesino), los tomates humanizados ya podían dar el paso final: Crecer.
Así que crecieron, CRECIERON, Y CRECIERON, ante la atónita mirada de los científicos.
¡¡¡¡¡GGRRRRRAAAAAUUUUU!!!!!
¡La habitación entera retumbó! Aquellas hortalizas se encontraban enfrente de los Locos por la Ciencia.
Desafiantes, forman una barrera en forma de V.
Implacables, miran con sus ojos azules como el mar de Garrucha.
- Hola...
- ¿QUIÉNES SOIS? vociferó el tomate que estaba en la vértice.
- Em... Nosotros... Somos vuestros creadores... al científico almeriense le temblaba la voz. Quisimos hacer de vosotros tomates cuadrados y...
- ¡¡¡GRRAAUU!!! Pues nosotros somos...
ROBERTO, EL TOMATE CON TEMPERAMENTO.
FAUSTINO, EL TOMATE CANSINO.
VICENTE, EL TOMATE INTELIGENTE.
Y... MANUELA, LA TOMATE CON VIRUELAS.
Formamos el equipo de...
¡¡¡EL ATAQUE DE LOS TOMATES TRANSGÉNICOS!!!
FIN DEL CAPÍTULO 1
- ¡¡¿QUÉ QUERÉIS DE NOSOTROS?!! gruñó ROBERTO, EL TOMATE CON TEMPERAMENTO.
- Bueno... eh... No queremos haceros daño...
Por un momento, miraron detenidamente a los Tomates Transgénicos: Todos grandes, todos rojos, todos con esos ojos...
Un momento. No todos tienen esos ojos azules como el mar de Garrucha.
En la más remota esquina se encontraba la excepción que confirma la regla: MANUELA, LA TOMATE CON VIRUELAS.
Sus ojos no son azules, ¡son verdes como las lechugas de Aljucer!
- ¿Cómo pueden explicar esto, eh? ¡Contesten! ¡Rápido! se sulfuró FAUSTINO, EL TOMATE CANSINO.
- Anda, pues... La verdad, nunca me imaginé un tomate con rasgos femeninos... aunque parece estar podrida. ¡Un momento...! ¿Alguien ha metido genes de más?
Los compañeros del almeriense le miraron con cara de póquer.
- Repito: ¿ALGUIEN HA METIDO GENES DE MÁS?
- ...
- ¿Lola?
- ¡Eh! ¿Por qué me miras a mí?
- Mujer, pues conociéndote...
- Bueno, eh... Ya que experimentábamos con genes, pues se me ocurrió... se me ocurrió... se me ocurrió meterle genes sexuales, a ver qué pasaba...
¿¿GENES SEXUALES??
- ¡¡¡Gggrrruuaaa!!! ¿Es por eso por lo que estoy verde y podrida?
- Sí, al parecer, hubo incompatibilidad de caracteres sentenció nerviosa la murcianica.
¡¡¡BRRRM!!! ¡¡¡MASACRE TOTAL MIX!!!
Aquellas hortalizas energúmenas estallaron de furia, y empezaron a atacar a sus creadores.
¡¡¡CRRUUUNCH!!! ¡¡¡CRRAAACK!!! ¡¡¡ÑAM, ÑAM!!!
Un brazo por aquí, una pierna por allá, dos cabezas por aquel lado de ahí... ¿Qué más me falta por enumerar? Los Tomates Transgénicos arramblaron con el laboratorio entero: ¡Incluso se comieron las mezclas de sustancias que habían en las probetas, y no les hicieron efecto!
- ¡¡¡GRRAAUU!!! Y ahora, ¿qué hacemos?
- ¡Pues qué vamos a hacer! ¡Salir de aquí y ver mundo! respondió FAUSTINO, EL TOMATE CANSINO.
- ¡Sí, a ver si vemos a alguien más para comer! añadió MANUELA, LA TOMATE CON VIRUELAS.
- ¡Esperad un momento! interrumpió VICENTE, EL TOMATE INTELIGENTE. - ¿No os habéis dado cuenta de que aquí falla algo?
Justo al lado estaban tirados en el suelo 4 bolígrafos, 4 libretas, 4 calculadoras, 4 revistas de la MUY Interesante...
Cuatro, cuatro, cuatro... ¡El culo te lo parto!
Ya en serio, ¿qué puede significar este 4?
- Aah, aah, aah... ¡UAGH! ¿Hemos llegado ya?
- Ay, ay... Sí, Víctor, ya podemos decir que estamos fuera de peligro.
En un solar llano de El Ejido, con el sol poniéndose encima del horizonte, aterrizaron los 4 supervivientes de la Masacre.
- ¡Coño, Lola! ¿Cómo nos vamos a refugiar en este trozo de suelo, eh? ¡Explícamelo tú a mí!
- No te sulfures, Almudena, está todo planeado. Desde el principio, cuando abrimos ese laboratorio, sabíamos que algún día tendríamos que huir de allí, sea por rebelión de los experimentos o cualquier otra razón. Así que cogimos este solar y enterramos unas tiendas de campaña, por si acaso.
- ¡Sí! ¡La idea fue mía! ¿A que es chida?
- ¿Chida? La que te voy a retorcer yo a ti...
- ¡Ay! ¡La pobrecita todavía no puede controlar el estrés habitual de su Madrid natal!
- ¡Y tú no puedes evitar saltar con alguna expresión típica sudamericana! ¿Es que no puedes seguir un proceso de adaptación decente?
- ¡Venga, calmaos! los apaciguó Lola. Ahora vamos a sacar las tiendas de campaña en cuestión.
- ¡Tiendas de campaña! De verdad, todavía no sé por qué sigo con vosotros tanto tiempo...
FIN DEL CAPÍTULO 2
- ¡Bueno! ¡Pues ya estamos en El Ejido pueblo! ¿A dónde atacamos primero?
Los Tomates Transgénicos paseaban ante la atenta mirada de los otros transeúntes: Era aterrador ver a esas 4 bolas rechonchas de color rojo pasear por allí.
- ¡¡GRRR!! ¡Esa murcianica... de pelo rojo... llamada Lola... me las pagará!
- ¡Oh, MANUELA! ¡Veo que en tu poco tiempo de vida ya has aprendido a sentir rencor por alguien! filosofó VICENTE.
- ¡¿Rencor?! ¡¿Qué coño es eso del rencor?! ¡Bueno, da igual! Cuando vea a esa guarra de Lola... ¡¡ME LA COMO VIVA!!
- ¡Eh, mirad! ¿Qué es eso de ahí? llamó la atención FAUSTINO.
Los Tomates se acercaron a un escaparate curioso para ellos...
- ¿Qué son todos estos círculos y rectángulos?
- Son discos y libros, FAUSTINO le respondió VICENTE.
- ¿Discos y libros? ¿Eso se come?
- ¡Pero qué dices? ¡Eso se escucha y se lee!
- ¡Aaaaah! ¿Y cómo sabes tú eso, VICENTE?
- Tal vez sea porque ha nacido con el Gen de la Inteligencia... ¡Como yo con un Gen Sexual! se sulfuró MANUELA.
- ¡Vale ya! ¡Dejaos de historias y entremos a ver todos esos discos y libros! culminó ROBERTO.
Entraron, y en el mostrador estaba un hombre de pelos blancos y estrafalarios. Fotocopiaba hojas de un libro de Ana Rosa Quintana.
- Em... ¡buenos días!
- ¿Uh? ¡Ah...! Hola, buenos días. ¿En qué puedo ayudarles?
- Queremos ver todos esos discos y libros de ahí fuera sonreían los Tomates Transgénicos.
- Ahá... ¿alguno en especial?
- No, sólo queremos verlos.
- De acuerdo.
El hombre de cabellos alborotados se levantó para dejar de lado su faena.
- Mirad, estos discos son los más vendidos: Bustamante, Chenorra, David Timbal, Manuel Eltelón... Y lo mismo pasa con estos libros: El Señor de los Piercings, Enriquito Pota, Cómo ser tonto y punto, Cómo tocar el ukelele sin que te vean como un bicho raro... También tengo cuadros y películas de Dandu Guarjol, Esteban Spilguer...
- Bustamante... ¡Suena tan rimbombante! ¡Lo quiero!
- Son 500 euros.
- ¿Lo qué? se extrañó FAUSTINO.
- El disco.
- ¿Pero no es Bustamante?
- Sí, pero el disco de Bustamante cuesta 500 euros.
- ¿Euros? ¡VICENTE! ¿Qué es eso de los euros? ¿Se come?
- No, FAUSTINO, no. Los euros son dinero.
- ¿Dinero? ¿Y nosotros tenemos de eso? preguntó ROBERTO.
- No, ROBERTO, no tenemos.
- Y si no tenemos 500 leuros de esos, ¿entonces qué?
- Pues entonces os rascáis el culo y os jodéis sin el disco de Bustamante.
- ¿Cómo? Si no tenemos dinero, ¿no tenemos disco de Bustamante?
- Exacto.
- ¡¡¡GRRAU!!! ¡¿Y cómo conseguimos ese dinero?!
VICENTE divisó enfrente a gente que salían de una puerta con eso que buscaban: Dinero.
- ¡Tomates! ¡Ahí enfrente!
- ¡Pues vamos allá! ¡Loco, ahora volvemos con el dinero!
Así que los Tomates fueron a ese paraíso del Dinero: El Banco.
- ¡Buenas! ¡Buscamos dinero! ¡Arriba las manos y dénoslo!
- ¡¡¡AAAAAAGH!!! ¡¡¡SOCORRO, UNOS TOMATES PARLANTES NOS ESTÁN ATRACANDO!!! la gente se espantaba.
- ¿Pero qué pasa? ¿Por qué se van? Anda, ROBERTO, habla con esa chica de ahí.
Los Tomates se acercaron a la empleada del banco.
- ¡Hola, guapa! ¡Buscamos dinero! ¿Tú tienes?
- S-ssí... ¿Cuáan-to dinero quieren-n?
- Esto... ¿Cuánto dijo el energúmeno aquel?
- ¡500 euros!
- 500 leuros, hermosa.
- Esperen un momento, p-por favor-r.
- ROBERTO, ¿no crees que deberías ser más dulce con ella? La pobre está temblando de miedo...
- ¡¿Pero qué dices?! ¡Pero si estoy desplegando todas mis armas de seducción!
- Armas de seducción, dice...
- A-aquí tienen, 500 euros.
- ¡Muchas gracias, rica! ¡Nos vemos!
Y los Tomates Transgénicos volvieron a la tienda del de los pelos blancos.
- Mhm, 500 euros por aquí, y el disco de Bustamante por acá. ¡De acuerdo! El disco es vuestro.
- ¡Chachi! ¡Tengo un disco de Bustamante! ¡Tengo un disco de Bustamante! Uy... si esto no se come, ¿qué hago con él?
- Pues para escuchar este disco necesitáis un reproductor de cedés; yo los vendo por 2000 euros...
¡¡¡GGRRRRRAAAAAUUUUU!!!
- Eh... Bueno, yo os puedo dejar esa minicadena de ahí marca Porry... Disfrutar de Bustamante.
- ¡Muchas gracias, chato!
- Je... Y si me disculpáis, voy a seguir con mi trabajo.
El hombre de los pelos blancos y alborotados siguió fotocopiando el libro de Ana Rosa Quintana, mientras los Tomates Transgénicos disfrutaban con esta canción:
Mira...
¡No soy Bustamante!
No soy ese pesado maricón
que siempre por culo da.
¡Mira que no soy de Cantabria!
Tengo el cerebro recalentado,
y de aquí a un rato, yo me muerooooo...
- ¡Guau! ¡Me encanta esta canción! ¡Me llega al corazón!
- FAUSTINO, ¿pero es que los tomates tenemos corazón acaso?
- ¡Yo qué sé! ¡Pero el caso es que me llega al corazón!
- Ay, ay... No me lo puedo creer... ¡NO ME LO PUEDO CREER!
Ese almeriense corría despavorido hacia sus compañeros científicos:
- Los Tomates... Transgénicos... uf, uf... se han encontrado... ¡CON EL CLON!
- ¿El Clon? ¿Qué clon?
- El Clon... ¡DE ALBERT EINSTEIN!
- ¡¿Qué me dices?!
- ¡Lo que oyes! Esos Tomates han estado en su tienda, y el corrupto ese les ha vendido un disco falsificado de David Bustamante por 500 euros...
- ¡¡¡500 euros!!!
- ... ¡sí! Y han atracado un banco para conseguir ese dinero; pero es que por poco se lo comen cuando les ha dicho que sus reproductores de cedés costaban 2000 euros...
- No me extraña...
- ... ¡pero el colmo es que el clon realizaba una falsificación del libro de Ana Rosa Quintana en su presencia!
- ¡La ostia, plagiar de un plagio! ¿Y cómo lo ha titulado?
- Sabor a peo, de Ama Rosa Quintanilla.
- Lola, ya tuvimos esta discusión hace tiempo...
- No, Almudena, no empecemos otra vez...
- ¡Tú sabes que desde un principio me opuse a la idea de clonar al genio Albert Einstein!
- ¡Pero TÚ SABES que en la Ciencia hay que ir marcando metas y superando barreras! ¡Por eso lo clonamos!.
¡Rayos y centellas! ¡La melena roja de la murcianica y la cabellera negra de la madrileña echaban chispas! ¡El mismísimo Zeus estaba allí! ¿Quién ganará la batalla?
- Venga, chicas, cálmense... intervino el científico ecuatoriano. Y ahora, planeemos una solución para acabar con esos Tomates Transgénicos.
- ¿Solución? Eso mismo dijimos cuando el clon de Einstein se nos fue de las manos... y mira dónde ha parado: Hecho un corrupto, vamos.
- ¡Pero esta vez va a ser distinto! Tenemos que exterminarlos... Em, ¿os acordáis de aquel experimento que hicimos compinchados con unos ingleses?
- ¿Qué insinúas, Walter?
FIN DEL CAPÍTULO 3
- ¡Eh, Tomates! ¡Mirad al cielo! No es igual que hace un rato.
- ¡Ah, claro! ¿Sabes, FAUSTINO? Eso es la noche.
- ¿La noche? ¿Eso se come?
- ¡Qué va! La noche es lo que sigue al día. Recetas para Cookeo
- Aaaah...
- Oye, VICENTE, ¿cómo sabes tú eso? le preguntó ROBERTO.
- Em... lo sé y punto.
- Pues a mí me gusta apuntó MANUELA.
- ¿Lo que dice VICENTE?
- No, la noche. Tiene un color muy bonito, no como mis ojos verdes como las lechugas de Aljucer...
Los Tomates andaban por una carretera desierta de coches.
- ¿Sabes qué, ROBERTO? ¡Chof!
- ¿Y eso a qué viene?
- Pues eso mismo, chof.
- Chúpamela.
- ¿Chuparte el qué?
- ¡Pues qué va a ser! ¿La cabeza?
- ¡Claro que sí! ¡Soy capaz de chuparte la cabeza y succionarte las entrañas!
- ¡Entonces adelante! ¿A qué esperas?
- ¡Parad, parad! ¿Qué hay allí?
Los Tomates Transgénicos se acercaron a un terreno cercano, donde había una hoguera encendida.
- ¡Miiira, Adolfiiina! ¡Tenemos visiiita! se oyó desde la hoguera.
La verdad es que las dos energúmenas presentes allí no parecían personas normales...
- ¡Uy! ¡Chiquis, no tengáis miedo! ¡Acercaos, lo vamos a pasar chupi-bomba!
- Em... ¡Vamos, Tomates!
- ¿A dónde?
- A pasar una noche con... eso de ahí. Total, no tenemos otra cosa que hacer.
Así que siguiendo las órdenes de ROBERTO, se sumaron a la fiesta.
- Beee... Nunca os había visto por aquííí... ¿Quiénes sooois?
- ¡¡¡GRRAAUU!!! ¡¿Que quiénes somos?!
- ¡Oi, Manolly, mira que eres maleducada! ¿Pues quiénes van a ser? ¿Es que no los ves? ¡Son los famosísimos Tomates Transgénicos con ganas de marcha! Mira, ¡si hasta salen en los periódicos!
En el suelo estaba tirado el periódico del día, con el titular Unos tomates gigantes atracan un banco, y la foto de los Tomates sonrientes por haber conseguido aquellos 500 euros.
- ¡Jeje! ¿Te has visto, ROBERTO? ¡Sales muy guapo aquí!
- Yo, en cambio, salgo muy fea...
- Porque eres así de fea...
- Bueno, bueno, no os sulfuréis... Sólo nos faltaba eso esta noche, ¡que nos pusiéramos de pelea con nuestros invitados! ¡Hum!
Eso que le hablaba parecía un hombre bigotudo con un pelucón a lo afro de color naranja; iba vestido con... bueno, con lo que normalmente visten las drags-queens. Por supuesto, llevaba encima los habituales 5 kilos de maquillaje.
- Yo soy Adolfina, y esta criatura de aspecto ovejuno se llama Manolly.
- Beee...
La tal Manolly iba con otro pelucón afro rosa fucsia, el doble de maquillaje que su compañera y una chaqueta de cuero. Nada más.
- ¿Y qué hacéis aquí en plena noche con la fogata? preguntó VICENTE.
- Calentaaarnos, ¡no te jooode!
- ¡Manolly! ¡Ay, no sé qué voy a hacer contigo! En realidad, nos reunimos para...
- ¡Caris! No os ibais a olvidar de mí, ¿verdad?
Allá a lo lejos apareció ELLO: Con uno de sus vestidos imposibles, sus medio-guantes característicos, y su sofisticado pelucón negro... ¡la mismísima DEBORAH OMBRES!
- ¡Ay! Para no variar, el tráfico en Madrid estaba horrible, y me ha costado un huevo atravesar medio país para llegar hasta aquí. ¡Anda! ¿No me vais a presentar a nuestros convites de esta noche?
- ¡¡¡GRRAAUU!!! ¡¡Nosotros somos ROBERTO, FAUSTINO, VICENTE, y MANUELA!! ¡¡LOS TOMATES TRANSGÉNICOS!!
- ¡Ay! Pues yo soy Deborah, la Fantástica... ¡Bueno, caris! Lo vamos a pasar de miedo. ¡Que empiece la fiesta!
Media hora después...
1: ¡Que te la meta uno!
2: ¡Te la meto con tos!
3: ¡Te la meto después!
4: ¡El culo te parto!
5: ¡Por el culo te la hinco!
6: ¡Aquí dentro me la veréis!
7: ¡Directo al ojete!
8: ¡Tócate el chocho!
9: ¡Te la metes como puedes!
10: ¡A empezar otra vez!
- ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!
- ¡Vamos directas al Operación Triunfo! ¿A que sí, chiquis?
- ¿Operación Triunfo? ¿Eso se come?
- ¡Uy, qué dices, cari! ¡Son ellos los que nos comen a nosotros!
- ¡¿Nos comen?!
- Sí, querido, la cabeza. Nos comen la cabeza.
- Beee... ¿dÓNDe estaRÁÁÁ la boTEEELLA de BURBÓÓÓN? ¡Beee! ¡AaaNda! ¡Si está AQUÍÍÍ!
¡¡¡CRAS!!! La oveja Manolly se rompió la botella en su cabeza.
- ¡Manolly! ¡Ya estás borracha otra vez, hija! ¡No vas a escarmentar nunca!
- ¡Cabrona!
- ¿¿Qué has dicho??
- ¡CA-BRO-NA! ¡¡COME PAN CON CAZO!!
- ¡Uuuuuh! Perdonad, queridos, pero es que Manolly se pone a insultar a todo el mundo cuando se emborracha. ¡Manolly, si no dejas de decir tonterías, viene Rosa de España y te come al ajillo!
- ¡Beeejejeje! ¿Qué es eso? ¿La nueva moda en maniobras sexuales? ¡Beeejejeje!
¡¡¡BOOOM!!! ¡Una explosión de luz! ¡Allí mismo, delante de sus narices!
Los Tomates salieron rodando 1 kilómetro por lo menos.
- ¡Chiquis! ¿Estáis bien? fueron en su ayuda las dos reinonas.
- Aaay... Oye, Adolfina, ¿eso también lo hace Manolly cuando se emborracha?
- ¿Hacer el qué?
- Desaparecer como por arte de magia.
- ¡¿Qué dices, cari?! ¡¿Qué Manolly ha desaparecido?!
- Pues allí no está...
- Mmm... No, MANUELA. Eso no lo ha hecho NUNCA.
- Beee... ¡Beee!... ¡¡¡BEEE!!!
- Uaahm... ¿Manolly? ¿Eres tú?
- Sí, Waaalter, he oído vuestra llamaaada.
En pleno alba, allí estaba la oveja de pie, plantada en el descampado de los científicos supervivientes.
- Manolly... ¡el mismísimo clon de la oveja Dolly! ¡¿Cómo puedes estar aquí?!
- Porque yo SIEEEMPRE ESTOY AQUÍÍÍ, a vuestra disposición.
- Oye, Walter, ¿no pretenderás utilizar a Manolly para espiar a los Tomates Transgénicos TAMBIÉN? preguntó el científico almeriense.
- ¡Qué dices, Víctor, si ya lo ha hecho! A ver, Manolly, ¿qué novedades traes esta vez?
- Pues mira, Lola, anoche tuve una fiestecilla con ese maricón de clon Adolf Hitler y...
- ¡Pf! ¡El clon de Adolf Hitler!
- ¡Las discusiones después, Almudena! Sigue, Manolly.
- ... y nada, ahí estaban los 4 energúmenos. Según he observado, hay un cabecilla jefe que siempre está de mala leche; luego hay otro que parece que siempre tiene hambre, porque no para de preguntar ¿Eso se come? ¿Eso se come?; también hay un listillo que lo sabe todo; y por último, la tomate. Si no fuese más fea que un cardo borriquero, podría decirse que es la chica del grupo.
- Muchas gracias, Manolly. A ver, Almudena, ¿qué vas a decir ahora?
- Bueno, Lola, la única idea genial que tuviste fue la de clonar un clon, porque no se nos revolvió, y ahora espía para nosotros... Pero lo de Adolf Hitler... ¡es un sacrilegio! ¡De un gran jefe político salió una reinona que tira patrás!
- Son cosas que pasan...
FIN DEL CAPÍTULO 4
- ¡Eh, Tomates, escuchad el himno que he compuesto para nosotros!
Meto esto aquí, meto esto allí.
Pim, pum, pam... ¡cómete un pan!
Suspense, intriga... ¡dolor de barriga!
Ten ciudado si se te arriman,
¡entran los Tomates a escena!
- ¿Qué? ¿Qué os parece?
- De puta madre.
- Sin fuste ninguno.
- No hago comentarios al respecto.
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué?
- Pues eso, entonces.
Entonces los Tomates Transgénicos siguieron andando por la calle. La gente pasaba a su lado, les miraban, y se iban con cara de asquillo.
Por puro impulso, los Tomates se metieron en un bar lleno de gente.
- ¡¡¡GOOOOOL!!! ¡¡¡GOOOOOL DEL BARÇAAAAA!!!
¡Menudo gol marcó Saviola! Desde el fondo Sur del campo, Mendieta fue esquivando a todos los jugadores del equipo contrario; hasta que sobrepasa la mitad del campo, y lanza padelante, y Saviola remata con una potente chilena... ¡Ni San Casillas podría detenerla!
- ¿Qué es esto? ¿Otra fiesta? echó una preguntó al aire ROBERTO.
Los meros fonemas que articuló bastaron para que el bar entero se callara y les mirara.
- Eeh... ¡Visca Barça!
Media hora después...
- ¡¡¡GOOOOOL!!! ¡¡¡SEGUNDO GOOOOOL DEL BARÇAAAAA!!!
- ¡Menudo chutón de Puyol! ¿Y cómo dices que podemos hacernos socios de la peña?
- Sólo tenéis que acercaros a ese hombre de ahí, el Disney, que es el Presidente, y dadle vuestros nombres, que luego él ya os dará vuestro carné de socios.
- ¡Vale! ¡Muchas gracias!
Así que los Tomates Transgénicos se acercaron a la mesa de un hombre medio calvo y con un pequeño bigote.
- Muy bien. Dadme vuestros nombres.
- ¡ROBERTO, EL TOMATE CON TEMPERAMENTO!
- ¡FAUSTINO, EL TOMATE CANSINO!
- ¡VICENTE, EL TOMATE INTELIGENTE!
- ¡MANUELA, LA TOMATE CON VIRUELAS!
- De acuerdo... Yo soy José Antonio Guirao Zamora, pero los demás me llaman el Disney, por mi parecido físico con Walt Disney. En realidad soy de Mojácar, no de aquí de El Ejido. Eso sí, soy un forofo de Van Gaal. ¡Me encanta cómo entrena ese tío! Bueno, aquí tenéis vuestros carnés de socios de la Peña Culé Disneylandia.
- Por cierto, ¿quién es ese Walt Disney?
- Walt Disney era un energú...
¡¡¡BOOOOOM!!! ¡Esta vez no había sido ningún tercer gol del Barça, sino una explosión de luz!
- ¡Tontolaaaba! ¡¿Dóóónde estááás?!
¡¿Qué?! ¡¡La mismísima Manolly, el clon de la oveja Dolly, había provocado la explosión!!
- ¡Beee! ¿Qué haaay en la teeele?
Las patas de Manolly atravesaban el escombro de sillas, mesas, y aficionados culés semi-inconscientes esturreados por el suelo.
- ¡Arreeea! ¡La Copa Toyota... para el Baaarça, que va a perdeeer... y para el Panathinaaaikos, que va a ganar, es la Copa Intercontinental!
Pero Manolly seguía buscando a su tontolaba.
- ¡¡Tontolaba!! ¡¡Sal de una puñetera veeez!!
- ¡Aquí la única tontalaba que hay eres tú!
¡Los Tomates Transgénicos entran a escena!
- ¡Beee! ¡Vosotros otra veeez! ¿Qué queréééis ahora?
- No, ¿qué quieres TÚ ahora?
- ¿Yo? ¡Cumplir con mi trabaaajo!
Manolly no lo dudó más y sacó un escopetón con pantalla digital (marca Porry).
- ¡Ahora veréééis!
- ¡Dispersaos, Tomates!
La oveja disparó dardos tranquilizantes, con sus plumas y todo.
- ¡Ay!
- ¡MANUELA! ¡Agh!
- ¡Corre, FAUSTINO! ¡Uah!
Increíble. En 4 segundos, Manolly había repartido tranquilizantes a los 4 Tomates Transgénicos. ¡Uno cada segundo!
- ¡Aaanda, tontolaaaba! ¡Si estabas delante de mis hociiicos! ¿Beee? ¡¡Pero qué capuuullos!! ¡Esas hortalizas energúmenas protegían al tontolaaaba! ¡Beee! ¡Estos Tomates tienen un graaan sentido del compañeriiismo! ¡Beee! ¡¡¡Me lo llevo!!!
- ... mmm... ¿dónde estoy?
¡PUNCH!
- ¡A ver, tú! ¿Dónde naciste: En Chicago o en Mojácar?
- ¡NO! ¡VOSOTROS OTRA VEZ NO! ¡LOLA, LA CIENTÍFICA MURCIANICA! ¡ALMUDENA, LA CIENTÍFICA MADRILEÑA! ¡VÍCTOR, EL CIENTÍFICO ALMERIENSE! ¡WALTER, EL CIENTÍFICO ECUATORIANO! ¡NOOO!
- ¿Ves, Lola? Si es que no es muy ortodoxo despertar a un clon de una patada...
- ¡QUE YO NO SÉ NADA!
- ¡¡¿En Chicago o en Mojácar?!!
- ¡QUE YO NO LO SÉÉÉÉÉ! ¡QUE YO LO ÚNICO QUE SÉ ES QUE VOSOTROS ME CLONASTEIS EN UNOS LABORATORIOS BAYERN SECRETOS DE POR AQUÍ CERCA! ¡¡¡BUUAAAH!!! ¡COMO A LOS OTROS CLONES! ¡¡¡BUUUAAAAAAAAAAAH!!!
- Siempre dice lo miiismo: Para nosotros, reconoce que es un clon de Walt Diiisney, pero para el resto de los mortaaales, aparenta que es de Mojááácar, ¡sólo para guardar las aparieeencias! ¡Es un tontolaaaba!
- ¡Es un tonto rematao!
- Tontolaaaba, tonto remataaao... ¡Lo mismo daaa!
- Pero el caso es que tú no eres el clon de Walt Disney... ¡ERES EL ABORTO DE MICKEY MOUSE!
¡PUNCH! ¡CRACK!
- ¡¡¡AY!!! ¡¡¡NO ME PEGUES, POR FAVOR!!! ¡¡¡AY!!!
- Y yo que te cloné para saber dónde nació el verdadero Walt Disney... ¡ERES DE LOS POCOS EXPERIMENTOS DE LOS QUE ME ARREPIENTO HABER HECHO!
- Venga, Lola, déjalo ya...
- ¡MANOLLY! ¡Llévatelo a CRIOGENIZAR!
- ¡Sííí, señora!
- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡A CRIOGENIZAR NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
¡¡¡BOOOOOM!!!
- ¡Me cago en la puta Manolly y la madre que parió las bombas de luces!
- Vo... sotros... ¿qué habéis... hecho con... nuestro amigo... el Disney?
- ¡Rayos! ¡Los Tomates Transgénicos!
Una hora después, y con alguna secuela de los tranquilizantes, los Tomates Transgénicos se presentaron en el descampado de los científicos.
- No... ¡no puede SEEEEER!
- ¡Lo que no puede ser es que vayáis inventando seres humanos a partir de otro y que vosotros sigáis vivos!
- ¿Ah, no? Ya verás tú... cuando vuelva Manolly...
...bbBEEEEE... ¡¡¡FICHÚN!!!
- ¡Aquí tenéééis! ¡Vuestro transpooorte!
- ¡Gracias, Manolly!
- Pero... ¡¿VAIS A HUIR?!
- ¡¡¿QUÉ PASA CON MI VENGANZA?!!
- ¡Manuela, tú siempre has deseado la Muerte, no la Venganza! ¡Ya verás cómo morir va a ser un placer para ti!
- ¡¡¡¡¡COOOOOBBBAAAAAAAAAARRRRRDDDDDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSS!!!!!
Esos científicos que crearon a los Tomates Transgénicos huyeron en un... ¿camión? Sí, camión, dejando solos a los Tomates y a Manolly.
- Bueeeno... os ha tocado a vosotros...
- ¡Nosotros sí que te vamos a comer al ajillo, oveja chocha!
- ¡¡¿BEEE?!! ¡¡¡OS VAIS A ENTENAR!!!
¡¡¡CHAKIN!!! ¡Manolly ha sacado otro nuevo artilugio!
- ¿Qué... qué es ese cachivache?
- Esto eees una Mini-Primer 9780. ¡Lo tritura todo! ¡Incluido a VOSOTROS!
- No, Manolly... No te atreverás... ¡No lo conseguirás!
- ¡¡¡BEEE!!! ¡¡¡MUERTE A LOS TOMATES TRANSGÉÉÉNICOS!!!
¡¡¡PRRR!!! ¡¡¡CHOF!!! ¡¡¡CHOF!!! ¡¡¡PRRR!!! ¡¡¡CHAKIN!!!
Sí, señoras y señores, Manolly lo había hecho:
Ahora el suelo está lleno de vísceras, sangre... y salsa de tomate.
Y aquí se acaba la historia de los Tomates Transgénicos, y de la oveja Manolly, el clon de la oveja Dolly; y de los locos científicos de El Ejido, y de los clones que hicieron de tó Dios...
... ¿O NO?
El Autor de este relato fué Ruki%2C la Prodigiosa , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=2140 (ahora offline)
Relatos cortos humor Parodias El Ataque De Los Tomates Transgénicos
En un futuro tan lejano, o tan cercano, como el lector quiera, existe un laboratorio secreto en El Ejido donde hacen unos experimentos. Todo el mundo sabe que
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2021-08-12
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