Ya salía del trabajo, ¡pobre chica! Todos sus compañeros del trabajo la maltrataban. ¡Qué desgracia era para ella ser gordita, baja y un poco fea! ¿No existe la justicia en el mundo? Ese trato no era de chiste, no... ¡Ella deseaba sólo que la tratasen como a las demás secretarias! Y encima no había nadie que la ayudara: un chico guapo (o feo, bueno) que te diga eso de que te lo dicen por envidia, no les hagas ni caso... ¡Eso de los hombres educados es sólo fantasía!
¡Te matas a trabajar para quedar bien ante el jefe, y nadie ve tu esfuerzo!-pensaba ella- ¡Cuando se ríen de otra persona, tu no ríes y no te lo agradecen! ¡No traen el dinero para un café, y encima de que se lo prestas, ni gracias! ¡Soy estúpida! ¡No tendría ni que hacer favores!
Pobre chica. Pero quien no se reiría de ella. ¡A quién se le ocurre contar lo de las cartas en el trabajo!
-Será de un chico- decía un imbécil.
-Un admirador secreto- añadía otro.
Y todos silbaban para avergonzarla.
-Pues no se que es lo que ve en ella- completaba una compañera suya.
¡Y es que a quién se le ocurre contar lo de las cartas! ¡Era una tontería que la habían enviado!: seis cartas que ponían Pronto me conocerás.
Abrió la puerta de la calle, cogió el correo y subió las escaleras. Sus pensamientos en voz alta hacían eco en la escalera. Llegó a su piso. Cogió las llaves y abrió la puerta. Mejores pianos digitales
-Un día de estos no me vuelven a ver en la vida.
Dejó su bolso sobre su cama, se puso unos zapatos más cómodos y encendió la televisión: dentro de poco ponían su serie favorita.
Se dio cuenta de que llevaba las cartas en la mano todavía. ¡Oh!, este es su sobre, pensó.
Se oyó el chirrido de las bisagras oxidadas de una puerta.
-¿Ha llegado el momento? ¿Qué quiere decir esto? ¡No tiene sentido!- Dijo ella.
Apareció una persona detrás de esa puerta y sin mediar palabra la acuchilló.
Y del televisor se oyó la voz de un reportero.
-¡Últimas noticias! La policía ha encontrado un cuerpo asesinado en su propia casa, que según la policía, lleva muerto desde hace unas horas. El cadáver pertenece a Fernando Peseira, empresario de la fábrica Globotech, que se dedica actualmente a fabricar ordenadores. Sus herederos...
El Autor de este relato fué Pablo , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=1213&cat=craneo (ahora offline)
Relatos cortos terror Asesinos en serie Las 7 cartas malditas
Ya salía del trabajo, ¡pobre chica! Todos sus compañeros del trabajo la maltrataban. ¡Qué desgracia era para ella ser gordita, baja y un poco fea! ¿No ex
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2025-01-25

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