.Cuando Despiertas de un sueño profundo, cuesta recordar si de verdad pasó, o solo lo soñaste
Mi memoria me remonta a ya casi 10 años atrás, cuando aun era un jovencito de 13 años.
Una mañana, supe que nuevas personas se mudaban a la casita abandonada, que llegaba al final de la calle, la cual era el límite entre nuestro pequeño pueblo y prácticamente la nada.
Los vecinos miraban con otros ojos a aquellas personas extrañas, ya que nada tenían que ver con lo acostumbrado a lo nuestro, por así decirlo. Éramos gente sencilla a la que no le gustaba nada la pomposidad, ni mucho menos los lujos, ni la exageración. Y estas nuevas personas, eran todo lo contrario.
Llegaron en varios vehículos importados, con maquinarias y varios hombres para el trabajo de la construcción. Remodelaron toda aquella pequeña casa en solo meses, y la convirtieron en una mansión digna de Beverly Hills, o alguna película de Gangster.
Mientras la atención era completamente de la magnifica construcción, y sumas del dinero gastado en aquel palacio, yo me centraba en tratar de descubrir al tercer miembro de aquella familia.
Formada por el padre: un hombre delgado, blanco, de cabellos negros, siempre bien peinado, con pómulos grandes, y un rostro muy serio. La madre, era una mujer de vestir elegante, casi una modelo de revista, Rubia, era natural verla con lentes de sol, y siempre hablando fuerte, con gestos alzando las manos y extendiendo los brazos.
Pero faltaba alguien; alguien que siempre se ocultaba en el interior de su enorme camioneta Cherokee.
Por lo que podía distinguir, tenia casi mi estatura, tal ves unos doce o talvez trece años; por lo visto tímido, ya que nunca bajaba.
Un día, recuerdo, tal vez por los nervios durante una discusión con el hombre, la madre empezó a vociferar cosas, como: ¡Nos largamos, nos vamos! amenazando al hombre con llevarse a ese alguien con ella, si no se cumpliesen sus caprichos. Abrió la puerta de la camioneta con fuerza y cayo al suelo una manta de color turquesa.
Una pequeña pierna salio del interior, se incorporo en la arena seca y luego con su blanco brazo recogió aquel pedazo de tela que toco el suelo. Cuando la mire, vi sus hermosos rizos de un color café, y su mirada se dirigió a mí, era la niña más hermosa que había visto.
Al instante sentí que ella era especial. Su nombre era Sara y tenía mi misma edad. Desde ese día nos hicimos amigos, muy amigos, y vimos juntos crecer su mansión, hasta haberla terminado por completo.
Era increíble la vitalidad que encerraba esa tímida niña, tenia una inteligencia admirable, y conocía de libros y autores que jamás oí escuchar, me hizo recorrer el mundo de la fantasía detrás de compositores y escritores de antaño; músicas que jamás había escuchado ella me las presento.
Tenia una facilidad para recordar nombres, una memoria sin limites; las desarrollaba con cada libro de métodos de aprendizaje, y otros textos para desarrollar su inteligencia, era una autodidacta innata, no le gustaba el mundo exterior, y nunca supe en verdad por que hablaba conmigo.
Desarrollamos una amistad bastante sincera de verdad, ella lograba acaparar mi atención con lo que hacia, pero en mi interior siempre tuve esa duda de por que ese resentimiento con todo el mundo, incluso con sus padres. Creo que aun mas contra sus padres.
A veces lloraba, sin decir nada, solo caían lágrimas de sus ojos. Con el tiempo aprendí que en casos así era mejor no acercarse. Si tan solo le preguntaba que le pasaba, sus ojos cambiaban por completo y esa amistad parecía convertirse en un odio asesino. El cual nunca, gracias a Dios exploto contra mí.
Sara sabía de cosas que quizás sus padres ni idea tenían. Sara exploraba más allá de lo recomendado.
Cerca de Noviembre, días antes de la fecha de TODOS LOS MUERTOS, Sara me cito en su casa una noche, me pidió que llevara velas, sal, una cinta negra y la foto de algún pariente que ya haya fallecido, al cual extrañaba, para poder hablar con el.
Tuve experiencias de estas sesiones espiritistas anteriores las cuales nunca tuvieron éxito, y sus responsables quedaban como tontos o fraudulentos, ya que nadie nunca presencio nada paranormal.
Llegamos a su habitación, de noche, casi a la medianoche. Subimos las escaleras y de puntillas entramos a su alcoba.
Sacó una manta debajo de su cama y la extendió en el suelo, en el medio mismo de su habitación. Tomo las velas que lleve y formo un circulo con ellas, las encendió una a una, luego quito un libro viejo de su armario, el libro tenia inscripciones en un idioma que no entendía, con dibujos de un pentagrama y un cráneo de cabra, una serpiente cruzaba por los orificios de sus ojos, y una cruz invertida detrás.
No entendía tanto rito, pero ella le daba una importancia casi minuciosa a cada paso que daba. Se sentó sobre sus pies casi arrodillada y me pidió imitarla, lo hice de inmediato.
Abrió el libro y busco una pagina en especial, en ella coloco la cintas negra usándola como señalador, tomo la foto que lleve, la coloco en el centro de la manta, y derramo lentamente la sal encima de ella, leía algo en otro idioma lo cual no entendí nada.
Después de un rato bajo la cabeza y tomándome las manos dijo:
OH TU, GRAN LINCE, QUE TODO LO MIRAS, EL ODIO, LA LUJURIA, LA IRA NO INTENTES MIRAR AQUÍ PUES AQUÍ ES DONDE TU MIRAR, NO MIRA NADIE.
OH TÚ GRAN CULEBRA, QUE LA MENTIRA TE APASIONA, A MI NO ME ENGAÑAS, POR QUE YO MIENTO DESDE ANTES DE LA HUMANIDAD
Sus ojos se centraban en aquel libro y su cabello negro poco a poco iba cayendo hacia delante tapándole cada vez mas la cara.
Sentí un frió horrible en ese momento y el miedo creaba formas y sombras en todos los rincones de esa habitación; mi silencio me mataba por dentro, sentía ganas de gritar y una sensación de asfixia cada vez mas aguda. Sara repetía una y otra vez la misma frase, implorando por alguien que contestase a sus preguntas.
Comencé a dudar de esto, de si seria realmente algo para valientes o alguien muy estupido para desafiar aquello.
Sara levantaba la voz cada vez más y empecé a distinguir entre sus oraciones, palabras como Belzebuth, Azazel, Astarot, Prusia y hasta el mismo Lucifer. Las cuales en ese momento no entendí, pero tiempo después sabría de memoria la escala jerárquica a la que correspondían aquellos nombres. Fotos Porno y actrices porno
Sus manos me apretaban fuerte y no podía soltarme ya que varias veces lo intente.
-Sara, ya basta le dije- pero no me oyó, -Sara por favor, ya basta,- insistí otra vez,, en ese momento alzo la cabeza y me miro con una sonrisa ajena a ella sus ojos se habían transformado nuevamente pero era la primera vez que me asusto tanto.
Se paro y con sus manos me tomo de la ropa y me arrojo contra su cama con una fuerza sobre humana. Mi corazón casi estalla. Y logre salir de esa habitación, mientras ella reía a carcajadas tras mi huida.
Llegué a mi casa y le conté lo sucedido a mi madre, la cual me dio una bofetada para que me calme y por haberme metido en esas estupideces. Le rogué por favor dejarme dormir en su habitación solo por esa noche, hasta que por fin acepto.
Me acosté y le pedí que no apagara la luz y así lo hizo, trataba de tranquilizarme, y pensar en algo más que no fuera esa experiencia aterradora, algo que me alejara de allí, pero no podía, el susto había sido demasiado grande como para olvidarla nada más. Luego el cansancio me gano y dormí profundamente.
En medio de la noche mi sueño se interrumpió, no se por que, solo desperté, en ese momento no lograba entender donde estaba, no recordaba que había dormido en la habitación de mi madre, no reconocí enseguida aquel lugar, trate de moverme pero no pude hacerlo, lo intente de nuevo, pero no pude, cuando abrí por fin del todo los ojos, vi con espanto que en la esquina izquierda de mi cama una sombra negra me sujetaba parte de los pies y las piernas. Mi corazón se detuvo por un segundo y luego con fuerza volvió a latir.
Intente zafar y cuando lo logre salte de la cama y corrí hacia la sala, cuando llegue a la puerta mi madre estaba allí parada mirando hacia fuera, antes de contarle lo que me había pasado, me hizo callar, me calmo y me dijo,- por favor no hagas ruido!
Salí hacia fuera aun mi corazón latiendo a mil por hora, y miraba hacia atrás para corroborar que aquella cosa no venia detrás mio e intente registrar cual era el movimiento el cual mi madre observaba tan impresionada.
Desde nuestro hall se observaba perfectamente la última casa, la cual pertenecía a Sara y su Flia. Y desde su interior se veían luces que iban y venían como un grupo de niños jugando con sus linternas.
Mi madre me dijo: -parece que pelean, hace rato que se escuchan gritos-. No éramos los únicos que observaban esto, los vecinos de a lado también escondidos desde sus ventanas observaban aquel fenómeno inentendible.
Después de un rato de gritos y luces, aquella calma parecía apagarse de pronto.
Los gritos cesaron, las luces se apagaron.
La calma volvió.
Desde aquella vez, Sara estuvo mucho mas retirada, quise hablar varias veces con ella, pero me lo impedían, su madre quien era antes nuestra amiga alcahuetera,. Ahora prohibía nuestros encuentros.
Pasaron semanas inclusive meses, y no veía a mi Sara; la angustia y la añoranza eran mas fuertes que el miedo de desobedecer a su madre. Así que un día planee visitarla sin el consentimiento de nadie.
Cuando todos abandonaron la casa, trepe a la ventana de arriba, la cual pertenecía al balcón de Sara, por el enrejado que protegía el rosal que como enramada subía por lo alto de la pared de su mansión. Llegue hasta ella y toque con dos golpes; vi a Sara sentada en un silla hamaca, al verme ella se asusto y me hizo seña como que me vaya, se asusto y vino hasta mi, abrió la ventana y me pregunto que demonios hacia allí.
Le pedí hablarle, que me hable, que me cuente que paso, por que sus padres prohibieron nuestro encuentro y por que no quería verme, acaso ya no era su amigo?
Sara, luego de mucho insistirle, me dijo -OK, te contare, pero espero queme creas!
Contó, que estos juegos que ella hacia, con las velas, la cinta, y la foto, eran ritos que su tía, hermana de su madre, le había enseñado en una vacaciones que paso con ella; lo raro de esto era que al principio, era un juego sano por que incluso llego a hablar con un niño, supuestamente fantasma, que se había ahogado.
Era muy amble, siempre hablaba conmigo, y me trataba muy bien, pero desde hace unos meses me lastima, y ya no me gusta, ya hora lo veo por la casa, pero su rostro no es el de un niño.
Un día entre a mi habitación y al voltear vi que un hombre negro casi de dos metros entraba a la habitación de mis padres, me asuste, pensé que era algún ladrón pero cuando entre y encontré la luz apagada intente prenderla, y alguien apretó mi muñeca con mucha fuerza, tanto que hasta me dejo un moretón, aun así prendí la luz pero nadie estaba allí.
Allí comenzó todo lo malo.
El hombre a veces me mira cuando me baño, es como una sombra humana que separa a mi costado y me observa. En la noche esta debajo de mi cama, lo puedo escuchar respirar.
Un día desperté y encontré mi cama volteada encima mio, mis padres me castigaron, por que decían que lo hacia por llamar la atención, pero yo se que no es así
El día que me castigaron me dejaron sola y el estaba detrás mio todo el tiempo, su respiración en mi cuello lo sentía a cada rato, y cuando me alejo me llama con su voz de niño desde la habitación de mis padres
Tengo miedo- me dijo-. Por que hay veces en que estoy haciendo algo y de pronto siento que no estoy y luego de horas, quien sabe cuantas, aparezco en otro lugar, haciendo otra cosa, es como si alguien tomara mi lugar.
También hay una anciana que cada noche pasa frente a mi habitación, y escucho gritos desde afuera.
El niño ya no me habla pero siento que me mira, puedo verlo de reojo pero nunca me muestra su rostro, no directamente. Y ahora ya escribe cosas en mi piel, se que es el, ¿quien mas escribiría algo en mi?
Y crees que todo esto allá pasado luego de la ultima vez que me llamaste?- le pregunte
A lo que Sara pregunto -¿cuando te llame?
El Autor de este relato fué Boodha by Py , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=12688&cat=terror (ahora offline)
Relatos cortos terror Terror General Historia de una Niña poco común
.Cuando Despiertas de un sueño profundo, cuesta recordar si de verdad pasó, o solo lo soñaste
relatoscortos
es
https://cuentocorto.es/static/images/relatoscortos-relatos-cortos-terror-terror-general-historia-de-una-nina-poco-comun-678-0.jpg
2024-10-18
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente