Me llamo Abraham, y naci en un pequeño pueblo del norte de inglaterra en el año de nuestro Señor de 1866. El recuerdo de aquellos dias trae a mi pobre alma atormentada, frios y dolorosos recuerdos.
Mi padre era el predicador de la comunidad, por lo que nosotros sus hijos, Mary, la mayor, Rachel, la segunda y yo fuimos criados bajo la ferrea mano evangelica de nuestro progenitor. Mi pobre madre murio al traerme a mi a este mundo de dolor, y él, Ezequiel, me culpo del echo maltratandome a mi un poco mas que a mis pobres hermanas. Aun duelen los castigos que me imponia de penitencia por pecados que no habia cometido, o que simplemente el se los habia inventado.
A los dieciseis años logre reunir en secreto y con la ayuda de mis hermanas una cierta cantidad de dinero con el que pude huir de su yugo hacia Europa. Un año mas tarde, ingrese en un pequeño monasterio de Alemania. Mis pobres hermanas, seguian comunicandose conmigo tan secretamente como podia, ya que si se descubria la verdad, era capaz de matarlas a las dos por encubrir mi fuga.
En el monasterio aprendi a escribir y a leer, conoci a grandes autores del pasado y me empape bien de ellos. Fray Mateo fue mi instructor, estricto pero sabio y comprensivo. Y bien recuerdo de el cuando me decia que NUNCA me acercara al ala oeste del monasterio, una parte medio arruinada por una gran tormenta. Se decia que Dios habia arrojado su ira sobre ella por algo profano que sucedio alli, aunque nunca me lo conto.
Cuando cumpli los veinticuatro, mis ansias de saber me impulsaron a dejar el encierro para viajar y conocer mundo, aunque siguiendo la senda de Dios. Pero un horrible acontecimiento destruyo mis ilusiones.
Recibi una carta, pero no iba firmada por ninguna de mis hermanas, sino por Peter, el hijo del herrero un buen amigo nuestro. Las noticias no podian ser peores, mis dos hermanas habian muerto asesinadas, y aunque no se decia publicamente, todo el mundo sospechaba de nuestro padre aunque para mi era algo evidente. Enloquecido por la ira y el dolor, realize un rapido viaje hacia mi desgraciada tierra, para ajustar cuentas con el asesino.
Era una fria noche cuando lo encontre, sentado en su escritorio leyendo su libro preferido, la biblia. Senti como mi cabeza estallaba, cuando mi mano, movida como si yo no fuese su dueño, agarro la vieja hacha oxidada con las que tantas veces habia cortado leña.
" Padre" le dije. el se volvio, y me miro como si ya hubiese esperado la visita.
" Lo hice porque las dos eran unas fulanas pecadoras y se lo merecian, hijo. Ahora, haz lo que tengas que hacer, o vete como el cobarde que eres por donde has venido." Y se dio la vuelta para seguir leyendo. Mis manos temblaron y mis lagrimas empezaron a derramarse. El hacha cayo al suelo con un golpe seco. A su espalda oi yuna ligera carcajada y luego silencio. Todo sobre Apple, Mac e Iphone
De pronto, algo se apodero de mi, me abalance sobre el y le comence a estampar la cabeza contra el escritorio una y otra vez, hasta que su cabeza se abrio y todo quedo salpicado de sangre y cerebro.
Hui de alli corriendo, y no se me ocurrio otro sitio donde ir que a la abadia que tanto tiempo me habia cobijado, pero estaba impuro, ya que la sangre de mi padre aun manchaba mis manos y mi alma, asi que me refugie en la parte abandonada del mismo. Y alli fue donde lo conoci.
La primera noche, mientras dormia oi una voz que me susurraba y cuando abri los ojos no habia nadie. Supliqué que, si era el diablo quien me hablaba, me llevara con el para expiar mis pecados y recibir el justo castigo por mi crimen. Pero la voz comenzo a reirse a carcajadas, y de pronto a mi lado aparecio de la nada un hombre mayor con un habito de nuestra orden, pero muy raido y sucio. A la tenue luz de la luna que iluminaba el lugar, su cara parecia brillar de una blancura mortecina.
Le pregunte su nombre y me contesto que su nombre era ahora Fausto, y me pidido amablemente que le explicara porque estaba alli escondido. No sabia porque, pero sus palabras me parecian reconfortantes y comence a explicarle lo sucedido. A medida que avanzaba mi historia, frente a mi comenzaron a formarse sombras que se movian, al principio oscuras y difusas, pero luego se aclararon hasta formar la figura de mi padre, que con la cabeza destrozada, se acercaba a mi poco a poco. Tras de él, aparecieron mis dos hermanas, señalandome con el dedo, como si me echasen la culpa de lo que les habia sucedido. Comence a gritar, porque mi padre estaba ya encima mia, y su sangre me empapaba la cara, cuando note que algo perforaba mi cuello. Senti como poco a poco se me iba el calor del cuerpo, mientras la cara deformada de mi difunto progenitorse situaba frente la mia. "Vas a pagar" me dijo, y mis hermanas comenzaron a reirse estrepitosamente. Yo comence a sentir la muerte y en mi interior me prepare para la eternidad en el infierno, cuando en mi boca senti el fluir de el dulce liquido escarlata que nos da la vida. Y cai en las profundidades de los abismos de infinita negrura. Alli senti como mi mente se rompia con ruido de tormenta, y comprendi que se me habia dado un don, pero a al vez una maldicion. Sabia que cargaria por siempre con la muerte de mi familia y que nuestras almas nunca encontrarian el descanso eterno.
Fausto se convirtio en mi nuevo padre y me enseño todo lo que sabia sobre nuestra extirpe, aunque yo nunca renunciaria a mi Dios.
El Autor de este relato fué Blackthorne , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=12577&cat=terror (ahora offline)
Relatos cortos terror vampiros La historia de Abraham. parte 1
Me llamo Abraham, y naci en un pequeño pueblo del norte de inglaterra en el año de nuestro Señor de 1866. El recuerdo de aquellos dias trae a mi pobre alma
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2025-02-04
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