Hoy estoy sola, aquí, en mi lugar de trabajo. En general siempre estoy rodeada de gente pero justo hoy, se dio que no hay movimiento.
Y eso me vuelve loca.
Anoche tuve un sueño tremendo, de esos que te hacen amanecer con la bombachita mojada: soñé que alguien me lamía (no sé quien) y aunque me moría de ganas no lograba acabar. Así que imagina cómo empezó mi día.
Ahora son las siete de la tarde. Mientras escribo, acaricio despacio mis pechos (se siente lindo...) y aprieto los pezones por sobre el fino suéter marrón que llevo puesto. Suavecito meto la mano por dentro del corpiño y toco mi piel. Sigo apretando mi pezón izquierdo, lo pellizco, mi mano juega, tomo todo mi pecho y lo aprieto con fuerza. Después lo saco y comienzo a morder, fuerte, come me gusta, hasta hacer que me duela.
Pucha si estoy mojada... imagino que cuando leas esto, tu pija empezará a ponerse dura y más me mojo. Me gusta pensar que te caliento, me gusta pensar en lo que te haría y me harías.
Levanto mi falda y me acaricio los muslos. Las medias de seda me molestan, las quito. También me quito la bombachita y la tiro a un costado. Abro las piernas, cabalgo sobre la silla y refriego mi conchita sobre el tapizado. Quizá lo manche, pero no importa. Me muevo, me gozo. Ahora con el dedo índice recorro los labios de mi vagina, despacito, ¡qué rico, cómo me gusta esto! Separo los labios y allí está, enorme y caliente, mi clítoris. Tomo un pequeño espejo de mi cartera y lo miro, lo estudio, veo como se mueve, como late. Lo acaricio con la punta del dedo, sin dejar de mirarlo. Reacciona, le gusta. No hay nada más maravilloso que el clítoris. El mío o el de las otras. Si lo sabés amar, nada se le compara. Cursos gratis en Youtube
Qué no daría en este momento por una pija! Una hermosa verga dura! Cómo la necesito...! Mi “cosita” se abre para recibirla, pero no está.
Sigo tocándome ahora con todos los dedos. Meto dos, los saco, pellizco, aprieto... ¡qué rico! Me voy a acabar... cada tanto paro para poder escribir exactamente lo que siento, aunque manche las letras del teclado. Me calienta enormemente pensar en vos, en vos que leés. ¿Te calienta también pensar en mí acá, solita, haciéndome una paja?
Estoy a punto de acabar, ya viene, lo siento llegar desde lo más profundo. Me gusta, me gusta...
Ahora dejaré de escribir, para gozarme todo mi orgasmo. Espero poder seguir sosteniendo el espejo, así podré ver cómo mi toda mi concha se estremece. Me fascina masturbarme....
El Autor de este relato fué Celeste , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=11408&cat=craneo (ahora offline)
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Hoy estoy sola, aquí, en mi lugar de trabajo. En general siempre estoy rodeada de gente pero justo hoy, se dio que no hay movimiento.
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2021-09-22
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