Æger levantó las aguas con intención de hundirnos, nuestro drakkar se tambaleó como si Thor nos reprendiera por la hazaña, todo esto estando él de nuestro lado; el primer oficial que iba a popa junto a mí, clamó asustado como las llamas que estallan en el fuego bifurcado, que, lo mejor entre nuestras opciones era volver; yo como capitán, me molesté, pues nuestro barco, tan bueno como el de Frey, podría con todo ese mar salvaje; corrí a proa, a sotavento, y reté a las aguas gritando:
-¡Æger, yo, que a ti te respeto, dios de las profundidades, salvaje y rebelde, vengo con la bendición de Odín, señor de Asgard y señor de los sabios y los guerreros en Midgard, te ruego rey entre los Vanios que te apartes y me dejes seguir o en palabra del padre de los Asios clamo al cielo que el pacto de paz entre ustedes será disuelto ahora mismo!.
Por medio segundo el mar se calmó, mi ira, como el trueno de Thor, se hizo escuchar, ninguno de mis marinos mencionó palabra tampoco, y el silencio se hizo agobiante, sólo hasta que el turbulento dios de los mares tomó la palabra:
-Hijos de Heimdal, ¿Quién entre todos ustedes se ha atrevido a gritarme?, yo Æger padre del mar escuché entre mi negra ira que uno en ese drakkar, que corrompe mis dominios, ha clamado palabra perjura, colgando en un delgado hilo el pacto del principio de los tiempos, ¿Habla éste, realmente, en nombre de Odín?. Anubias
Como valiente guerrero y marino que soy, devoto seguidor de las primeras leyes rúnicas, no temí, ni por un instante en declararme como el hombre que buscaba.
-Entre todos en este drakkar, tan bueno como el de Frey, he sido yo, el valiente capitán, quien ha mencionado palabra contra ti, ¡Oh señor gigante de los mares!.
Sus ojos enormes se clavaron en los míos, pero mi coraje fue infinito, ni siquiera el gran dios salvaje del mar era capaz de intimidarme, le miré a la cara y asentí con fría mirada.
-¡Hombre valiente!, no es extraño que Tyr se mantenga a tu lado. Si es cierto que Odín señor de Asgard ha de amenazar con destruir el pacto entre nosotros entonces que venga aquí a caballo y señale con su propia mano e indique con su propia voz quien entre ustedes debe cruzar al Jotunheim a través de mí.
-Eso no será problema. ¡Oh gran Æger!, iré de vuelta con Odín y regresaré, después que él, es muy seguro que antes de que siquiera llegue a los dominios de Njord él ya estará deliberando contigo, pues en este momento sus fieles cuervos ya han de estar cantando esta noticia en sus oídos.
El Autor de este relato fué D. Drakop , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=10331 (ahora offline)
Relatos cortos fantasia Epica Poema del mar ( parte1)
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2021-05-17
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