El la sostenía con ambos brazos. Acercándose a su cuello, sintió ese aroma que le era tan desagradable, no así a su olfato como a su conciencia; violetas atiborraron el funeral de su madre, del que aparte del olor, que se había impregnado en su memoria, tenía sólo recuerdos aleatorios, como el maquillaje corrido de sus tías, y el pequeño y hasta ridículo traje de luto que le obligaron a ponerse (¡Si tenía tan sólo cinco años, por favor!). Retrocedió y aguardó, como esperando la llegada del autobús, o quién sabe, la del fin del mundo, mientras revivía el 14 de Agosto de hace casi 3 décadas, el día después de haber visto a su madre por última vez y de haber oído sus últimas palabras ("No seas como tu padre"), susurradas en su oído mientras ella apenas lograba levantar su cabeza de la almohada. Pensándolo bien, más que reviviendo, parecía que tratara de redimir lo ocurrido ese día, pues mientras en la iglesa llamaron a los feligreses a guardar un minuto de silencio por la muerte de Doña Alfonsina Miraflores, él sostenía un monólogo interno, preguntándose qué sería de él ahora que la única persona que verdaderamente lo amaba, había muerto. "Imbécil, egoísta", se decía a sí mismo ahora. Por supuesto, se mantuvo callado, pero él siempre pensó que el silencio guardado por su madre debía de ser un silencio puro, un silencio de labios sellados y mente en blanco. La muchacha no supo qué pensar; tan decidido a acercarse parecía él, que le tomó por sorpresa verlo congelarse de un segundo a otro. Pensó que ya no se atrevería, pero se equivocó. El sacudió un poco la cabeza, espantando sus pensamientos, abrió la boca y le clavó los colmillos en el cuello, a través de la bufanda. El tiempo se paralizó por un instante, como si también se acordara de su difunta madre. Luego, ella, ya sin vida, cayó al suelo, y el vampiro se alejó corriendo por los pasajes oscuros, al tiempo que se limpiaba las lágrimas con un pañuelo blanco, que olía a cualquier cosa, menos a violetas. Relatos Gay Eroticos
Nota: No quise enviar este relato a la sección de "vampiros", pues apenas se toca el tema... el hombre podría perfectamente haber sacado un cuchillo y apuñalado a la muchacha, pero hay algo en la mordida de un vampiro que hace todo más íntimo, casi romántico... un estrangulamiento a manos desnudas también es bastante personal, pero no es mi estilo :p. Espero les haya gustado el cuento.
El Autor de este relato fué Benjamin Larenas , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=10308 (ahora offline)
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2024-10-05
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