Relatos cortos terror vampiros LA CAIDA DE LOS SIETE MAGNIFICOS

 

 

 

Hacía tiempo que no se veían , por eso , organizaron un encuentro en un céntrico restaurante. Solos , sin esposas , para que la cena tuviera mas morbo. Tal como fueron llegando se saludaron ; se daban la mano y se miraban unos a otros viendo como habían pasado los años sin reparar en arrugas y alegres barrigas de curvas felices. Nadie se atrevía a decir lo que realmente pensaba . Solo querían recuperar restos dichosos de un pasado cercano que les afirmara que seguían siendo los mismos. La estabilidad económica les daba el sosiego y casi la rendición para llevar a cabo proyectos de dudoso sentido.

Entre anécdotas , la cena transcurrió en abundancia y mientras , se habló de trabajo y sobretodo de mujeres . Después de varias copas postreras , dispusieron que tenía que ser una noche especial ; porque según la tradición , así lo requerían los cánones de caballería. Era algo obvio que el destino tenía previsto ; los siete lo sabían . Los años pasados les había aportado experiencia , saber estar y una confianza sobrecogedora , así que decidieron ir a bailar a una discoteca . Pagaron la cuenta y todos juntos fueron a mear.

 

El aire frío , camino de la disco les despertó del muermo cálido que les proporcionó el vino durante la cena. Como caballeros mediavales se enfilaron hacia el campo de batalla con la incertidumbre de lo desconocido . Cuando llegaron , dos porteros de noche inmensos que daban el visto bueno a los clientes les impusieron seriedad y formalidad . En la cola les entraron titubeos de aprobar el examen y recurrieron donde se les amontonaban las dudas que iban coleccionando durante sus cuarenta y cinco años . Allí encontraron la duda necesaria y se la pusieron en la frente para que se distinguiera bien .Los dos guardianes les dieron la bendición y la bienvenida tras pagar la cuota en la aduana , tuvieron acceso a la gloria bendita .

Entraron en el paraíso terrenal , el tiempo se detuvo porque penetraba el séptimo de caballería . Se produjo un silencio virtual y se relentizaron las imágenes segundo a segundo . De pronto , se dieron cuenta de donde se habían metido.

La música dominaba el cotarro , de tan hortera y machacona se hacía grandiosa. Los focos iluminaban la estancia y a las chicas que bailaban sobre las barras de bar ; contorneando y luciendo sus fibras lisas y brillantes , envidiaban a los que se dejaban.

Con un angustioso calor se deslizaron hacia una barra de bar y la sujetaron como si fuera a caer .Casi se perpetuaron en ella. Pidieron consumición para sentirse mas integrados y contemplaron el fantástico espectáculo como privilegiados mirones de primera fila. Seducidos por la juventud que les rodeaba intentaban seguir el ritmo de la música con los pies y ligeros cabezazos . Desde allí como si fueran vaqueros a caballo divisaban todo el territorio y se disponían a cazar , cuanto mas mejor para demostrarse unos a otros su valía y su virilidad. Eran vaqueros en una película de romanos . Literatura y libros

Poco a poco , los rayos láser de la disco y la música les iba menguando el conocimiento y aunque tuvieron una resistencia heroica sus cerebros infantiles se abrieron como archivos y se desperdigaron por la sala montones de recuerdos discotequeros de los años setenta . Allí fallecieron los siete piterpanes una y otra vez hasta el aburrimiento . La imagen patética de los siete magníficos , equilibrando el cuerpo con un cubata en una mano y la chaqueta colgando del otro brazo les hacia pensar en la pregunta nefasta : ¿ Que coño hacían ellos allí? Pero nadie la contestó porque bastante trabajo tenían con mirar a las chicas de cuerpos perfectos , sin parpadear para no perderse ni un segundo , como si fueran aves de presa nocturnas . Absortos , como ausentes devorados por la magnitud del local , las luces , la música y sobre todo por la juventud que les acorralaba se sintieron ignorados como si no existieran y fueran almas en pena vagando entre jovencitas primaveras .

Siete pecados capitales les coronaron sus cabezas y por el peso se las bajaron hasta las rodillas . Sintieron la necesidad de achicarse hasta meterse en el hueco de sus zapatos . Se les desplomó el alma como torres gemelas y los cuarenta y cinco años se les trocearon en decimales que se esparcieron por los suelos . Los siete enanitos salieron por la puerta de atrás cazando bocanadas de aire fresco que fue la única caza que hicieron en toda la noche . Inconscientes , acordaron repetir la aventura cada año . Se despidieron y cada uno a su casa . La luna se les fue y las luces de la ciudad se los comió .

El Autor de este relato fué TRILOBITE , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=3731&cat=terror (ahora offline)

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Hacía tiempo que no se veían , por eso , organizaron un encuentro en un céntrico restaurante. Solos , sin esposas , para que la cena tuviera mas morbo. Tal

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2021-09-21

 

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