Relatos cortos fantasia Romantica Amigos, novios amantes II

Hace años habíamos tratado de ser novios, pero no funcionó, llevábamos una relación más casual, ocupábamos nuestro tiempo pretendiendo ser amigos, a pesar que ambos estábamos de acuerdo que nuestra relación podía ir mucho más allá, sin embargo ninguno se había atrevido hasta aquella noche. Llegaremos algún día a ser amantes? Llegaremos algún día a ser amantes? Somos novios? Somos novios? Somos amigos? Somos amigos? Ahí estábamos una vez más tratando de resolver la eterna pregunta en nuestra mente: Ahí estábamos una vez más tratando de resolver la eterna pregunta en

 

 

 

Ahí estábamos una vez más tratando de resolver la eterna pregunta en nuestra mente:

Somos amigos?

Somos novios?

Llegaremos algún día a ser amantes?

Hace años habíamos tratado de ser novios, pero no funcionó, llevábamos una relación más casual, ocupábamos nuestro tiempo pretendiendo ser amigos, a pesar que ambos estábamos de acuerdo que nuestra relación podía ir mucho más allá, sin embargo ninguno se había atrevido hasta aquella noche.

Cuando vas a ser mi amante? – me preguntaba con frecuencia

Cuando quieras – le respondía, pero ambos sabíamos que no hablaba en serio

Cuando seas mi amante, puedes hacerme olvidar el hecho de que estoy casado? – dijo

Claro – le dije, la mayor parte del tiempo yo misma lo olvidaba

Aquel día como muchos otros volvíamos a casa juntos en mi carro, y aquel día como muchos otros iniciamos la misma conversación, siempre él con ánimos de seducirme y yo siempre con el deseo de ser seducida.

En la carretera había un hotel, y ambos sabíamos de su existencia, muchas veces bromeamos acerca de ir allá, sin embargo nunca nos atrevimos,

Ya llegamos al desvío – le dije

Tú manejas el carro, tú debes decidir – me contestó

En ese momento y sin pensarlo tome el desvío que nos llevaría al hotel, desde aquel momento ninguno de los dos fue dueño de si mismo.

Estas segura? – preguntó

No lo se – respondí, mientras dejaba que el carro nos guiara hacia la puerta de la habitación

Al entrar a la habitación me llamó la atención el enorme espejo que se encontraba en una pared.

Te enojas si te digo que nos vayamos? – pregunté, pues me había arrepentido una vez más

No – dijo, mientras me abrazaba tiernamente y me daba un beso en la frente

El comenzó a caminar por la habitación, mientras yo lo observaba y me preguntaba >, de pronto él se volvió hacia donde yo me encontraba cruzada de brazos, caminó directamente hacia mí y me besó, desde ese momento nuestros cerebros dejaron de pensar y nos dejamos llevar.

Por fin – me dijo él

Por fin qué? – pregunté ¿Cómo arreglar la punta de los cordones? 3 Métodos que Funcionan

Por fin te tengo así – respondió mientras yo yacía desnuda en sus brazos

Aquella fue mi primera vez y si bien no fue perfecta, fue muy especial tan solo por el hecho de haber sido él, él a quien yo había escogido desde hace mucho tiempo atrás.

Gracias por querer que fuera yo – me dijo, mientras yo lo abrazaba

Cuando salimos del hotel, nos dirigimos hacia su casa, en donde su esposa seguramente lo esperaba con ansias > me dije a mi misma, al llegar un beso en la mejilla fue nuestra despedida, mientras lo veía alejarse, mi corazón se iba con él.

Luego de aquella noche las cosas nunca volvieron a ser iguales y decidimos alejarnos un tiempo durante el cual los días me parecieron meses y los meses años.

A los cuatro meses ya no aguanté más y nos vimos de nuevo, pero mientras más intentábamos convencernos de ser amigos, más caímos en cuenta que no lo éramos y que nunca lo íbamos a ser.

Cuando vas a ser mi amante? – preguntó una vez más

Cuando tengas tiempo – le respondí, resignada a ser su amante con tal de tenerlo cerca mío aunque sea por un breve momento esporádico.

Pero esta vez no pude hacerle olvidar que está casado y menos aún pude yo olvidarme de aquel pequeño detalle que nos mantenía separados.

Ahora no somos amantes, no somos novios y ni siquiera amigos……… tan solo lo veo en mis sueños y se que ocasionalmente el me ve en los suyos, se que aún me quiere y se que siempre lo va a hacer.

Te quiero igual que siempre, pero con una diferencia de 13 dólares – me dijo cuando decidimos alejarnos y nos despedimos.

Talvez algún día nuestros caminos se vuelvan a cruzar, pero por ahora es mejor que las cosas sigan como están, él con su esposa y yo tratando de olvidarme de él y aquella noche en la que alcanzamos el cielo y el infierno al mismo tiempo………

El Autor de este relato fué Tatiana , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=11520&cat=craneo (ahora offline)

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Somos amigos? Ahí estábamos una vez más tratando de resolver la eterna pregunta en nuestra mente: Ahí estábamos una vez más tratando de resolver la ete

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2021-07-23

 

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